El argentino Guido Pella fue una de las grandes sorpresas en los últimos años, lo cual le trajo una gran repercusión mediática, además de una serie de singularidades un tanto atípicas. A continuación te contamos cosas que quizás no sabías sobre su persona.
Cosas a saber Guido Pella
Guido Pella concretó su mejor temporada en 2019, cuando se ubicó dentro de los 20 mejores del ATP (por primera vez en su carrera). Un año que empezó basado en buenas impresiones, con final en el ATP de Córdoba, para posteriormente quedarse con el título en Sao Pablo. Hay que recordar que entre sus grandes hazañas está la de ser campeón en la Copa Davis 2016. No todo fue color de rosas en su carrera tenística, ya que en el año 2014 las cosas no salieron según lo planificado, “Dejé de jugar completamente, realmente pensé que era para siempre”, aseguró en un medio de su país y agregó, “tuve que parar y replantearme nuevos objetivos en mi vida. Era evidente que algo no funcionaba en mí, por eso corté la gira”.
Sus inicios en el tenis y su familia
Aprendió a jugar al tenis con su papá, Carlos, que tiene una escuela de tenis en Bahía Blanca. Tomó su primera raqueta a los cinco años y no la soltó más. Tiene dos hermanas, Sol y Catalina. Esta última también se dedicó al tenis y desarrolló su carrera en el circuito ITF.
Para su familia fue complicado acompañarlos en el mundo del tenis, ya que eran una familia humilde; pero el talento que mostraban sus hijos hizo que Carlos y su esposa, María del Rosario, hicieran más de un sacrificio.
Tenían un Renault Scenic con gas e hicieron más de 150.000 kilómetros por toda la Argentina, viajando con los torneos. Para colmo, tuvieron que dividirse porque los torneos de hombres no suelen coincidir con los de mujeres, entonces iban uno con cada uno.
Simpatizante de Olimpo
Guido Pella es simpatizante de Olimpo de Bahía Blanca, club de su ciudad natal, que actualmente milita en el Federal A, la tercera división de fútbol argentino, aunque el club también sabe lo que es jugar en primera división.
El club “Aurinegro” le hizo un homenaje a Guido Pella en 2016. En dicho homenaje, Guido contó cómo comenzó su amor por este club: “Por un amigo (Fermín Delgado), vine a la cancha de Olimpo muchas veces, y los colores tiraron. El atajaba, pero no era ningún virtuoso y no pasó de las inferiores…. (risas). Justo el año que más seguí a Olimpo fue en 2001, el año del ascenso, así que imagínate… Lo sigo del lugar donde esté“.
Además, habló sobre su relación con el mundo del fútbol: “Me encariñe con Olimpo. Del fútbol era un aficionado; me gusta pero nunca me destaqué. Y ahora, por el tenis, ya no puedo jugar.”
Los Grand Slam
A pesar de que su mejor rendimiento se da en tierra batida, su Grand Slam favorito es el US Open, donde su mejor resultado fue una tercera ronda lograda en 2018.
Su mejor rendimiento en Grand Slam lo tuvo en Wimbledon, donde alcanzó los cuartos de final en 2019. Puede parecer un dato irrelevante, sin embargo, antes de él, sólo tres tenistas argentinos habían logrado llegar a esta instancia en la hierba londinense: Guillermo Vilas, David Nalbandian y Juan Martín del Potro.
Además, para sorpresa de muchos, nunca pudo superar segunda ronda de Roland Garros, en una superficie donde su juego es muy bueno.

Estuvo a punto de dejar el tenis y hoy en día no lo disfruta
En más de una ocasión, Guido Pella manifestó que le costó muchísimo llegar a donde está ahora. A los 14 años, salió de su ciudad hacia Buenos Aires, en donde le costó muchísimo adaptarse y pensó en dejar todo.
Además, en 2014 y con tan sólo 24 años, se retiró por un tiempo de las pistas, tras no encontrar motivación para seguir compitiendo. En ese entonces, declaró: “El tenis me estaba haciendo mal y no me aguantaba ni yo. Me la estaba agarrando con todo el mundo, con mi familia, con todos… Creo que parar ha sido la mejor solución. Tenía que parar y replantearme nuevos objetivos en mi vida. Era evidente que algo no estaba funcionando en mí, no me estaba dando alegría ni jugar, ni entrenar, ni viajar, ni nada. Por eso corté la gira y me vine a Bahía para tomar una determinación.”
El año pasado, en el programa de televisión argentino “Podemos Hablar” declaró: “hoy en día, no sé si me gusta jugar al tenis. Lo hago porque lo hago bien, pero realmente no sé si es lo que me gusta. Nunca lo sentí como algo que amaba, sufrí un montón.”
Además, en una charla con el diario argentino Clarín en Febrero de 2020, Pella dijo lo siguiente: “Yo disfruto estar en mi casa, estar de vacaciones, el tiempo que paso con mi familia, mis amigos y mi novia. Otras cosas. El tenis es mi trabajo, es lo que me permite vivir de una buena manera y lo hago de la mejor forma. Le pongo la mejor cara y toda la garra que tengo en ese momento. Pero disfrutar un torneo, no. Porque siento nerviosismo e incomodidad y cuando uno siente esas cosas es muy difícil disfrutar. Lo que hago es tolerarlos de la manera que puedo.”
Fanático de la Playstation
Guido Pella es fanático de los videojuegos. Su saga favorita es la de God of War. También le gusta mucho el Uncharted y The Last of Us. Para jugar con amigos y online, le gusta mucho el Call of Duty, en donde recientemente participó en un evento con la organización gamer Maycam Evolve Gaming, que llevó a cabo un desafío que enfrentó tenistas argentinos con gamers profesionales con el fin de entretener y concientizar acerca de la cuarentena obligatoria debido al COVID-19.
En este evento participaron también Diego Schwartzman, Andrea Collarini, Guillermo Durán, Federico Coria, Sebastián Baez y Francisco Cerúndolo.
Colecciona estatuas
De chico Guido tenía muchos objetos y figuras que no podía comprar, y se prometió a si mismo comprarlas cuando empezara a ganar dinero por su cuenta. Así, cuando le empezó a ir bien en el mundo del tenis, comenzó su colección.
Empezó coleccionando consolas viejas, como la Gameboy color, y luego empezó a coleccionar muñecos coleccionables de Star Wars, El Señor de los anillos, Harry Potter, entre otros. “Hay lugares de mi casa que ya son inaccesibles porque están llenos de estatuas“ declaró en el programa de televisión Podemos Hablar 2019. Además, agregó que él siempre intenta tener las estatuas de mejor calidad, y que cuenta con aproximadamente 30 estatuas “de las buenas” en su colección y unos 15 muñecos de Disney World.
Fanático de Disney World
Guido Pella es también fanático de Disney World, incluso él mismo ha dicho estar “enfermo por Disney“. Visitó Disney World entre 25 y 30 veces, y con su novia llegó a ir 7 veces en un año.
Guido afirma haber ido a los parques en distintas partes del año para ver en qué momento había más o menos fila para entrar a los juegos que a él le gustaban. Además, dijo que tiene más ganas de sacarse una foto con Mickey Mouse, que nunca pudo hacerlo debido a las largas filas, que de ganar un Grand Slam.
Pella asocia este fanatismo por Disney por “no haber tenido infancia” debido a que, con 14 años se dedicó plenamente al tenis, entonces aprovecha ahora todos los momentos que tiene para visitar los parques.
Lo vuelven loco los chocolates y las gaseosas
Este año, en una entrevista con ESPN Tenis, uno de los campeones de Copa Davis habló sobre su adicción por las gaseosas y prometió que si ganaba el Australian Open 2020 las dejaría hasta su retiro.
“Sé que no la voy a poder dejar nunca. Bah, si gano un Grand Slam dejo la gaseosa. En Wimbledon llegué a cuartos de final, pero de cuartos a ganar es otro torneo. Si gano en Dobles, también. No juego nunca, pero acá en Australia juego con Pablo Cuevas. Tenemos una relación de muchísimos años, él es un gran doblista, ganó Grand Slam, y ojalá lo pueda acompañar. Y si se da, no hay más gaseosa hasta que me retire” dijo Guido.
Además, en esa misma entrevista contó que debe hacer muchos sacrificios con las comidas. “Lo físico en el tenis es esencial. Ese medio kilo, 300, 400 gramos de peso hacen la diferencia. Estoy pasando mucha hambre en los últimos días. Termino de comer y quiero comer un chocolate. Dejé la Coca-Cola en los últimos dos o tres días, me cuesta un montón, pero ya estoy muy fino“.
Diego Schwartzman es uno de sus mejores amigos
Para muchos no es novedad que Guido y Diego tienen una excelente relación. Además, sus entrenadores, José Acassuso (Pella) y Juan Ignacio Chela (Schwartzman) también tienen una buena relación, por lo que en muchos torneos se hospedan en el mismo lugar, entrenan juntos y también juegan dobles siempre que pueden.
Su mejor logró como pareja se dio en Roland Garros 2019, en donde lograron llegar a las semifinales (perdieron ante quienes acabarían siendo campeones, los alemanes Kevin Krawietz y Andreas Mies).
El argentino participó en un “Preguntas y Respuestas” que organizó la ATP, en donde el tenista argentino respondió las preguntas que le hicieron sus seguidores. En una de ellas, contó una divertida anécdota junto con su amigo Diego Schwartzman, quien lo auxilió en un partido ante Rafael Nadal en Montecarlo: “tuve suerte de que Dieguito estaba ahí”.
“Él había perdido el día anterior y después se iba para Barcelona esa noche, y había ido al club a ver mi partido y después se iba. Estábamos en el primer set, yo iba doble break con Rafa. Ahí él prende el turbo, se pone 4 iguales, y en el 4 iguales saco, y en el último punto del 40-30 se me rompe entera la suela de la zapatilla, y me empieza a entrar polvo por kilos por esa abertura que tenía, y cada vez se me estaba abriendo más del lado de abajo“.
Entonces digo: “si sigo corriendo, se me va a romper la zapatilla entera y es un papelón. Estoy en Montecarlo, con la cancha llena, jugando con Rafa, 4 iguales el primer set y me voy a quedar sin zapatilla.” Entonces miro al banco, veo que está Diego, le señalo la zapatilla y le digo “andá al vestuario” pero él va al vestuario y empiezo a darme cuenta que la zapatilla no estaba ahí, estaba en el hotel. Entonces le digo “¡por favor, andá! Porque no sé cómo voy a hacer”.
Ustedes imagínense que jugando con Rafa lo menos que tenes que hacer es correr, entonces jugué esos tres games hasta que él llegó en el 6-5. No sé cómo los gané. Obviamente intenté actuar para que Rafa no se diera cuenta que pasaba algo, y después me llegó la zapatilla en el 6-5 y pude seguir jugando. Pero fueron tres games en donde yo estaba pensando en mi zapatilla, en Rafa, en cómo tratar de mantener mi game de saque para que no me ganara el set así que fueron todas situaciones duras en un contexto difícil, eran cuartos de final en Montecarlo, así que fue una buena anécdota aunque en el momento no la pasé bien para nada”.