A poco menos de un año de su victoria en Milán, Roger Federer llegaba a Sídney para iniciar una nueva temporada. Ubicado en el puesto No. 13 del ranking mundial, apretó el acelerador en una campaña que lo tuvo como favorito para conquistar el segundo de sus 103 títulos individuales.
La previa
Comenzó su temporada 2001 ocupando la 40ª posición dentro del circuito. Disputando el tercer torneo del año, inauguró su palmarés en el Campeonato de Milán dejando en el camino a Goran Ivanisevic, vencedor en Wimbledon meses después, Yevgeny Kafelnikov, ex No. 1 del mundo y campeón olímpico en Sídney 2000, y por último, a Julien Boutter en el desenlace.
A lo largo de ese ciclo, el suizo alcanzaría dos nuevas finales: en Rotterdam, cayendo ante el francés Nicolas Escudé, y en su Basilea natal, cediendo frente al británico Tim Henman, en la que sería la última de una racha de cuatro triunfos seguidos en el historial contra Federer.
Primeras victorias en Sídney
Luego de un 2001 prometedor, Roger aterrizaba en Australia para arrancar una nueva temporada. En Sídney, siguiendo a Sebastien Grosjean como cabezas de serie, iniciaba su camino como segundo preclasificado del torneo. Venció en su estreno a Tommy Robledo, 34° del ranking, en una batalla pareja que se resolvió con una doble definición en tiebreak a favor del helvético: 7-6(5) y 7-6(5).
En la siguiente prueba, el marcador frente al belga Xavier Malisse mostró una inclinación más clara hacia el lado de Federer, que avanzó a los cuartos de final tras embolsarse un 6-2; 6-4.
Segundo título de su carrera
En la penúltima ronda, Federer se cruzaba por primera vez en el circuito ante el ex No. 1 del mundo, Marcelo Ríos. El partido, con resultado favorable al futuro multicampeón de Grand Slam (6-7(2); 7-6(4); 6-3), fue el primero de los únicos dos que jugaron, precisamente ocurridos durante la temporada 2002 -ambos con triunfos del suizo-.
En las semifinales, Andy Roddick, tercer favorito del certamen australiano, buscaba su primera ganancia contra Roger pero la espera se estiró un poco más. El joven de 20 años hilvanaba una nueva conquista versus el estadounidense, que debió esperar hasta el quinto choque entre ellos -Masters 1000 de Canadá 2003- para atesorar una victoria frente a la naciente leyenda.
Por último, el 12 de enero de 2002, la definición protagonizada por Federer y el argentino Juan Ignacio Chela en el Parque Olímpico de Sídney, se desarrolló en dos sets (6-3; 6-3) que desencadenaron el segundo festejo en la carrera del hombre que comenzaba a dar sus primeros pasos en un sendero plagado de récords inimaginables hasta entonces.