Con la ya conocida decisión de suspender toda actividad tenística hasta el 7 de junio por la pandemia del coronavirus y congelar, de este modo, el ranking mundial durante ese mismo período, el austriaco defiende 3.810 puntos hasta finales de 2020, la mayoría concentrados en los últimos dos meses de temporada.
3.810 puntos. Esa es la cantidad que tendrá que afrontar Dominic Thiem cuando se reanude el circuito ATP allá por el mes de junio. Debido a la pandemia por coronavirus que está azotando el deporte mundial, la ATP decidió ampliar la suspensión de la actividad de los circuito masculino y femenino, que en principio iba a ser de seis semanas, hasta el próximo mes de junio. A causa de ello, el ranking mundial no se verá afectado y los puntos de todos y cada uno de los jugadores/as se congelarán hasta que se reanude la competición.
El austríaco, actual número tres del mundo, hubiera sido uno de los más afectados si no se hubiera tomado esta medida puesto que defendía los títulos de Indian Wells y Barcelona y la final de Roland Garros. Ahora, Thiem tendrá la oportunidad de sumar una buena cantidad de puntos durante el verano, pero por contra, sabe que el tramo final de la temporada se volverá aún más exigente con la mayoría de puntos por defender situados en ese período.
Un verano entero para sumar
No fue un gran verano para el austriaco el del pasado año. La transición de tierra batida a hierba volvió a pasarle factura, abandonando Wimbledon, tercer Grand Slam del año, a las primeras de cambio tras caer ante el norteamericano Sam Querrey. Tocaba cambiar otra vez el chip y volver a su querida arcilla en busca de retomar nuevamente la confianza. Para ello, Thiem se apuntó a los torneos de Hamburgo y Kitzbühel, de categoría 500 y 250, respectivamente.
En la ciudad alemana se le volvió a ver faltó de chispa y tras dos triunfos ante Cuevas y Fucsovics, cayó ante el ruso Andrey Rublev en los cuartos de final. Tenía que ser en casa, ante el calor de su público, donde Thiem recuperase la alegría y los buenos resultados. En Kitzbühel, el tenista local brilló sobremanera para conquistar su tercer título del año y el segundo en dicho escenario. Dejó en el camino a su compatriota Sebastian Ofner, al español Pablo Andújar y al italiano Lorenzo Sonego, para rematar la faena ante otro español en la final, el catalán Albert Ramos.
Se pensaba que con este título, el austriaco se quitaría un peso de encima y acudiría con plena confianza a la gira norteamericana de pista dura, pero lo cierto es que no vimos prácticamente nada de Thiem en ese tiempo. Tan sólo se salvó mínimamente en Montreal, donde llegó a cuartos de final pero para ser barrido por el emergente, en ese momento, Daniil Medvedev.
Una inoportuna gripe condicionó el resto de la gira del austríaco, que se borró de Cincinnati por ese motivo pero que tampoco pudo llegar al US Open en plenas condiciones físicas. Pese a ello, Thiem forzó para estar presente en ‘Flushing Meadows’ pero enseguida se comprobó que no estaba para nada en Nueva York. El italiano Thomas Fabbiano, que ya sabía lo que era dejar en la cuneta a otro top10 en una primera ronda de Grand Slam (lo hizo ante Tsitsipas en Wimbledon), le obligó a hacer las maletas tras derrotarle en cuatro sets.
Exigente tramo final de año
Tras otro paso algo irregular por la Copa Davis y la Laver Cup (dos victorias por otras tantas derrotas), Thiem voló hacia China para dar comienzo a la gira asiática sobre pista dura del mes de octubre. Y lo que vimos a partir de ahí fue un jugador totalmente distinto. Siempre se había catalogado al austríaco como un especialista en tierra batida pero que no era capaz de trasladar dicho nivel al resto de superficies del circuito. Tras conquistar Indian Wells, no volvimos a saber nada de Thiem en cemento hasta esta gira por Asia, donde el pupilo de Nicolas Massú logró dar ese salto cualitativo que venía persiguiendo desde hacía mucho tiempo.
En el ATP 500 de Pekín vimos a un Thiem muy sólido, doblegando sin problemas Gasquet, Zhang y Murray para citarse en semis con el ruso Khachanov. Un duelo en el que el austríaco tiró de épica tras encontrarse un set y break abajo en el segundo. Khachanov llegó a sacar para el partido pero perdonó, concediendo una vida extra a Thiem que, a partir de ahí, se creció y terminó dando la vuelta al partido por 3-6 7-6(5) y 7-5. En la posterior final, el austríaco también se vio obligado a remontar pero finalmente lo hizo ante Tsitsipas para sumar su cuarto entorchado de la temporada. La semana siguiente, en el Masters 1000 de Shanghai, Thiem acusó ligeramente el desgaste pero logró hacer un papel digno al despedirse en cuartos de final ante el italiano Matteo Berrettini.
Tras ello, llegó otro torneo en casa, Viena, y al igual que sucediera en Kitzbühel, Thiem deleitó a su gente conquistando su primer título en la capital, de gran valor al ser bajo techo. Tanto en las semifinales y en la final, Thiem superó dos duros escollos ante nuevamente Berrettini y el argentino Diego Schwartzman para proclamarse campeón y ponerse al frente del ranking de jugadores con más títulos del año: cinco.
La evidente mejoría del austriaco sobre pista dura, indoor incluida, ya era un hecho. Poco importó su tempranera pero entendible salida del Masters 1000 de París-Bercy, donde cayó en tercera ronda ante el búlgaro Grigor Dimitrov. Por primera vez en su carrera, Thiem llegaba al Masters de Londres con serias aspiraciones de llegar lejos. Y eso que el sorteo no se lo puso nada fácil, teniendo que compartir grupo con, probablemente, los dos principales favoritos al título, Novak Djokovic y Roger Federer.
Pero en dos encuentros absolutamente sublimes por su parte, el tenista de Wiener Neustadt dio la sorpresa e hizo claudicar tanto al serbio como al suizo, logrando de forma matemática su acceso a las semifinales con un partido de margen. Este último lo cedió en dos mangas ante el italiano Berrettini, en lo que se interpretó como un descanso forzoso para afrontar la parte final del torneo con máximas garantías. De vuelta a su solidez ya conocida, Thiem doblegó en semis al alemán Alexander Zverev por la vía rápida citándose en la gran final con el griego Stefanos Tsitsipas.
Un encuentro marcado por el superlativo nivel que mostraron ambos jugadores pero que se decidió en el tiebreak del tercer set con triunfo final para el griego. Pese a es regusto amargo que le dejó su último partido del año, Thiem se marchó suficientemente satisfecho por la manera en la que había logrado competir sobre una superficie que, hasta ese momento, le había dado más decepciones que alegrías.
La incógnita de Roland Garros
Pero todavía nos queda repasar el torneo en el que Thiem logró su mayor cantidad de puntos en 2019, el cual no podía ser otro que Roland Garros. En el Grand Slam parisino, el austriaco repitió final y por segundo año consecutivo, volvió a darse de bruces con la triste realidad: el dictatorial dominio de Rafa Nadal sobre la pista central de la Philippe Chatrier. El austríaco realizó un magnífico torneo, yendo de menos a más e impidiendo la final soñada: un Nadal-Djokovic que no se dio al cargarse Thiem al serbio en una semifinal llena de tensión e interrumpida constantemente por la lluvia. Sin embargo y pese a mejorar su actuación con respecto a 2018, Thiem no tuvo nada que hacer contra Nadal, contra el que cedió en cuatro mangas.
El puesto de finalista supone 1.200 puntos, una cantidad que tendrá que afrontar en pleno otoño, tras la controvertida decisión del Grand Slam francés de cambiar su tradicional fecha de celebración de mayo-junio a septiembre-octubre. Una montaña más a escalar para un Thiem que vive el momento de mayor esplendor de su carrera pero que es consciente de que si quiere seguir a la estela de Nadal y Djokovic tendrá que volver a elevar su nivel cuando se reanude el circuito el próximo verano.
Puntos por torneo que defiende Thiem hasta final de 2020
Wimbledon: primera ronda (10)
Hamburgo: cuartos de final (90)
Kitzbühel: campeón (250)
Montreal: cuartos de final (180)
CIncinnati: no participó (0)
US Open: primera ronda (10)
Roland Garros: subcampeón (1.200)
Pekín: campeón (500)
Shanghai: cuartos de final (180)
Viena: campeón (500)
París-Bercy: octavos de final (90)
Nitto ATP Finals: subcampeón (800)