Sin conocimiento alguno ni de los jugadores, ni de la ATP, WTA e incluso ni de la Federación Internacional de Tenis (ITF), la organización del segundo Grand Slam del año anunció un cambio en la fecha de celebración del torneo por la pandemia del coronavirus. De la fecha inicialmente prevista, del 24 de mayo al 7 de junio, se pasa ahora a disputarse del 20 de septiembre al 4 de octubre. Esto quiere decir que sólo habrá una semana de tiempo entre el US Open, sobre pista dura, y el torneo parisino. Una decisión que puede provocar un auténtico seísmo en el circuito, tanto masculino como femenino.
La pandemia del coronavirus continúa haciendo estragos en el deporte mundial. Tras anunciar que las obras de remodelación de la pista central Philippe Chatrier, que incluirán un nuevo techo retráctil para impedir las frecuentes suspensiones por lluvia que se dan cada año, quedaban momentáneamente suspendidas debido al confinamiento que ya se está produciendo en el país francés, la organización de Roland Garros, para sorpresa de todos, decidió posponer la edición de 2020, que iba a celebrarse del 24 de mayo al 7 de junio, al mismísimo otoño.
Sí, han oído bien. Ahora, la fecha prevista para la celebración del que ha sido siempre el segundo Grand Slam del año, ahora pasaría a ser el último, será del 20 de septiembre al 4 de octubre. Una decisión impopular y que puede hacer saltar por los aires el panorama tenístico. No sólo por el momento en el que pasará a celebrarse el evento, tan sólo una semana después de la finalización del US Open, que se disputa sobre pista dura y con el consiguiente problema de adaptación que ello supone para los jugadores, sino también por las formas de comunicar dicha decisión. Nadie, absolutamente nadie, era consciente de ello. Tanto los jugadores/as, la ATP, WTA e incluso la ITF se enteraron vía Twitter. Un absoluto despropósito que va a traer consecuencias.
⚠️The Roland-Garros tournament will be played from 20th September to 4th October 2020.#RolandGarros pic.twitter.com/eZhnSfAiQA
— Roland-Garros (@rolandgarros) March 17, 2020
Laver Cup, Copa Davis y una decena de torneos afectados
Una de esas consecuencias sería, hablando en condicional porque nada puede darse por sentado todavía, la incompatibilidad con la Laver Cup, el torneo organizado por Roger Federer y que mide cada año en esas mismas fechas a un combinado de jugadores europeos contra otro del resto del mundo. Su respuesta ya ha tenido lugar y no ha podido ser más contundente: «El anuncio del cambio de fechas de Roland Garros nos ha pillado a todos por sorpresa, pero hacemos saber a todo el mundo nuestra intención de celebrar la siguiente edición de la Laver Cup en Boston en las fechas establecidas inicialmente», explicó la organización de dicho evento en un comunicado en su perfil oficial de Twitter.
Laver Cup statement on schedule. pic.twitter.com/wMWUVOnhtz
— Laver Cup (@LaverCup) March 18, 2020
Otro de los eventos que se vería seriamente afectado sería la Copa Davis. Los play-offs, tanto para optar a la fase final de la edición 2021, como para mantener la categoría en los Grupos I y II también tendrían que moverse del calendario. Y, finalmente, llegamos al circuito femenino y masculino. Hasta diez torneos, cinco ATP 250 (San Petersburgo, Metz, Zhuhai, Chengdú y Sofía), tres WTA International (Guangzhou, Seúl, Tashkent), un Premier (Tokio) y un Premier 5 (Wuhan) deberán ser pospuestos o cancelados definitivamente para hacer esto posible.
Dos Grand Slams en apenas cinco semanas
Pero, sin duda, el gran problema que se van a encontrar la mayoría de jugadores/as del circuito es tener que cambiar de manera brusca su preparación para competir en dos Grand Slams de distinta superficie en un lapso de tiempo de cinco semanas. El US Open terminará el día 13 de septiembre y, apenas una semana después y sin tiempo para llevar a cabo una suficiente adaptación a la tierra batida, llegará la disputa de Roland Garros. Imagínense las consecuencias a nivel físico de pasar de jugar sobre cemento a polvo de ladrillo en tan poco espacio de tiempo.
También hay que detenerse en el tema de los puntos. Rafa Nadal, por ejemplo, se vería obligado a defender 4.000 puntos (5.000 si le sumamos el torneo de Montreal a principios de agosto) en esas cinco semanas. Además, la exigencia de la pista dura podría dejar tocado físicamente al manacorí, como ya le ha sucedido temporadas atrás, y verse obligado a afrontar el torneo que más ilusión le ha hecho siempre disputar en inferioridad de condiciones. En el peor de los casos y esto es ya algo a nivel general, podría darse la situación de que muchos tenistas se viesen también obligados a elegir entre uno y otro torneo ante la imposibilidad de prepararse adecuadamente para ambos.
Críticas desde todos los frentes
Obviamente, las reacciones ante tal drástica iniciativa no se han hecho esperar. Como ya hemos comentado, todos se enteraron vía Twitter. No hubo comunicación previa con nadie y lógicamente, todos han recibido con estupor e indignación la noticia. El argentino Diego Schwartzman, por ejemplo, tiró de ironía al estar acostumbrándose ya a enterarse de estas cosas por dicha red social:
Una vez más… nos enteramos por Twitter. 🤦♂️🤷♂️ @atptour https://t.co/owFqHTXDu3
— diego schwartzman (@dieschwartzman) March 17, 2020
La japonesa Naomi Osaka tampoco daba crédito a la decisión del torneo francés:
excusez moi??? https://t.co/kb5wi27dRc
— NaomiOsaka大坂なおみ (@naomiosaka) March 17, 2020
El canadiense Vasek Pospisil, conocido por su gran actividad en el Consejo de Jugadores de la ATP, fue uno de los que reaccionó más duramente contra esta decisión dejando claro que los jugadores siguen sin tener peso suficiente en este tipo de cosas. «Esto es una locura. Roland Garros anuncia cambio de fechas solamente una semana después de que acabe el US Open. Ninguna comunicación con la ATP ni con los jugadores… Se demuestra que no cuentan con nosotros para nada», exclamó.
¿Y el US Open, uno de los más afectados por esta medida? Pues bien, los organizadores del Grand Slam estadounidense también han dejado claro su evidente desacuerdo por la decisión tomada por sus homólogos franceses al afirmar que decisiones así «no se pueden tomar unilateralmente y que no descartan mover ellos también su torneo con el fin de que se pudiese disputar más tarde y en mejores condiciones».
An update on the 2020 US Open. pic.twitter.com/YfhnsKdvBD
— US Open Tennis (@usopen) March 17, 2020
Y esto sólo es el principio. Esta decisión va a provocar, de hecho ya lo está haciendo, un movimiento sísmico en todos los pilares en los que se sustenta este deporte. Un efecto dominó que veremos a ver en qué acaba pero que seguro que tendrá consecuencias imprevisibles para el mundo de la raqueta.