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El objetivo de Thiem: Perpetuarse en el top 3

Thiem declaraciones semifinales Australian Open 2020
Thiem celebra un triunfo en el Open Australia 2020 | Foto: @australianopen

Ahora mismo, parece que el austríaco es la alternativa más viable para frenar el dominio del Big3 (Federer, Nadal y Djokovic). Actualmente, Thiem ocupa el tercer puesto del ránking mundial y una de las principales razones de su ascenso en el último año ha sido su gran mejoría en pista dura, con los títulos de Indian Wells, Pekín y Viena, este último bajo techo. La mayor agresividad que le ha impulsado Nicolás Massú también ha jugado un factor primordial en esta progresión, según Patrick McEnroe en declaraciones a la web oficial de la ATP.

La ascendente progresión, tanto en su juego como en el ránking, ha llevado a Dominic Thiem al podio de la clasificación mundial por vez primera en su carrera, siendo el noveno jugador no perteneciente al Big3 (Federer, Nadal y Djokovic) en hacerlo desde mayo de 2009, uniendo su nombre a una prestigiosa lista que incluye a Andy Murray (mayo 2009), David Ferrer (julio 2013), Stan Wawrinka (enero 2014), Milos Raonic (noviembre 2016), Alexander Zverev (noviembre 2017), Grigor Dimitrov (noviembre 2017), Marin Cilic (enero 2018) y Juan Martín del Potro (agosto 2018).

Nico Massú, el artífice del cambio

Pero todo esto es mucho más que un simple número. Existe un encomiable trabajo detrás y una voluntad inquebrantable por evolucionar como jugador gracias a una serie de cambios, tanto en su estilo de juego como en su equipo técnico. Es en este último aspecto donde radica la clave principal de la mejoría en el rendimiento a largo plazo de Thiem. En febrero de 2019, el austríaco contrató como entrenador al chileno Nicolás Massú, ex número nueve del mundo y campeón olímpico en Atenas 2004.

A partir de ahí, se comenzó a observar un paulatino cambio en la manera de jugar de Thiem. Si bien es cierto que su estrategia de jugar liftado y hacer daño a sus rivales con su topspin seguía siendo su principal arma, Massú comenzó a trabajar más el juego en la red y que su pupilo tratara de tirar más plano en cada uno de sus golpes. Como resultado, Thiem fue acercándose cada vez más a la línea de fondo con el objetivo de quitar más tiempo a sus oponentes tras la devolución.

Patrick McEnroe, exjugador estadounidense y actual analista para diversos medios de comunicación, destacó la mejoría de Thiem con su golpe de revés y su cambio hacia un estilo más agresivo. «Comenzó a ser más versátil con su revés. Ahora usa el cortado mucho más que antes y con mayor efectividad. Ahora ostenta la capacidad de golpear la bola mucho más cerca de la línea de fondo para poder terminar los puntos antes. Nadal, por ejemplo, entendió que no podía estar todo el rato corriendo para ganar un partido. Eso es lo que tiene que entender Thiem, el poder terminar los puntos antes y así quitarle tiempo al oponente. Creo que lo está mejorando cada vez más», sustuvo en declaraciones a la web oficial de la ATP.

Enorme progresión en pista dura

El rendimiento de Thiem en tierra batida ha continuado siendo muy bueno, a la altura de lo que se espera de él, pero el gran cambio por el que ha mejorado tanto en el ránking ATP ha venido gracias a su gran desempeño sobre pista dura. Atrás queda ya su etiqueta de simplemente jugador sobre polvo de ladrillo. En sólo su segundo torneo con Massú en el box, Thiem fue capaz de conquistar todo un Masters 1000 en Indian Wells, el primer torneo de esta categoría que tiene en su haber, sorprendiendo a propios y extraños al remontar en la final al suizo Roger Federer.

A finales de 2019 llegaron dos títulos más sobre cemento, los ATP 500 de Pekín y Viena, este último además en pista cubierta. El austríaco finalizó esta gran temporada sobre pista dura alcanzando la final de las Nitto ATP Finals de Londres, también bajo techo, en un encuentro muy disputado ante el griego Stefanos Tsitsipas.

«Por mi estilo de juego, Indian Wells se adapta mejor a mis características. Es pista dura, pero más lenta que otros torneos, casi como si jugaras en tierra», declaró Thiem tras caer ante Tsitsipas en Londres. «Pero aquí o en Viena y la gira asiática pude también jugar un gran tenis. Estoy orgulloso porque, pese a haber caído en la final, se trata de superficies en las que tuve muchos problemas en años anteriores. He conseguido desarrollar un gran juego en los últimos meses, tengo que quedarme con eso», siguió explicando Thiem tras la final del Masters de Londres.

Con la miel en los labios en Australia

La mejoría de Thiem en pista dura ya es un hecho y el actual número tres del mundo volvió a dejar constancia de ello en el reciente Open de Australia, donde alcanzó la tercera final de un grande en su carrera y la primera en dicha superficie. Para ello, tuvo que hacer frente a un exigente duelo a más no poder de cuartos de final frente a Rafa Nadal y a otro duro encuentro ante el alemán Alexander Zverev en semifinales. Desafortunadamente para él, Novak Djokovic le apartó de la gloria en el último momento y tras llegar a ir ganando dos sets a uno en el transcurso del choque.

Dada la extraordinaria dificultad de conseguir hoy en día un Grand Slam en el circuito masculino, Thiem es consciente de que deberá vencer a uno o varios miembros del Big3 para lograrlo definitivamente. Sin embargo, esto no parece desanimar al austríaco, sino todo lo contrario, lo motiva aún más para seguir mejorando y tratar de acercarse más a este trío histórico que tanto ha hecho por este deporte. Así lo dejó claro tras la final en Melbourne:

«Estos muchachos han llevado el tenis al siguiente nivel. Probablemente, yo también he mejorado mucho gracias a ellos. Está claro que ahora es mucho más complicado ganar esta clase de títulos que en el pasado, pero estoy feliz de poder competir a este nivel contra ellos. Espero poder conquistar mi primer grande ante uno de ellos, será más valioso», reconoció

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