Guillermo Coria es un ex tenista profesional argentino apodado el mago y protagonista de una de las mejores finales en la historia de Roland Garros. Es uno de los argentinos que más huella han dejado en la historia.
En el marco de la celebración de su cumpleaños, nos damos a la tarea de hablar de los puntos más emblemáticos de la carrera de Guillermo Coria, un jugador que, a pesar de ser un año más joven que Federer, lleva más de una década en el retiro.
Final de Roland Garros
Hablar de Guillermo Coria siempre conducirá a la memoria a recordar la final de Roland Garros de 2004 ante Gastón Gaudio. Coria llegó a esta final tras haberse quedado en el umbral de la misma en la edición de 2003, donde, tras vencer a Andrea Agassi en cuartos de final, cayó en semifinales ante un desconocido Martin Verkerk.
En esta ocasión, tras un torneo casi perfecto, El Mago llegaba a su primera y única final de Grand Slam y lo hacía frente a uno de sus más grandes rivales. En aquel encuentro, Coria se puso adelante con un contundente 6-0. Un 6-3 en el segundo set lo perfilaba a ser el destinado a levantar la copa, sin embargo, Gaudio se levantó de la lona y tras recuperarse en el tercer y cuarto set, terminó llevándose un encuentro épico con un 8-6 en el quinto.
Tiempo después, Coria ha hablado sobre esta dolorosa derrota para ESPN. “No pongo excusas. Perdí. Pero fueron pasando cosas que yo no supe manejar. No tuve la humildad, los huevos, el coraje para decir ´tengo miedo’. Al profesional a veces le da miedo decir ´tengo miedo’“, mencionó a mitad de 2020 en una entrevista con Alejandro Fantino.
Esta sería la única final de Grand Slam a la que llegó el argentino en su corta carrera. De hecho, hace algunos años, la ATP lo nombró como uno de los mejores jugadores de la historia que no ganaron un Grand Slam. En esta lista aparecen jugadores como David Ferrer, Tomas Berdych, Tsonga, Soderling, entre otros.

Su más alto ranking
La calidad del argentino lo mantuvo compitiendo en el más alto nivel durante un tiempo, llevándolo a formar parte del Top Ten del ranking de la ATP durante prácticamente tres años. Coria ingresó a los mejores diez, como el 7 del mundo, en mayo de 2003. A partir de entonces, se mantuvo en ascenso hasta lograr llegar al pódium de la ATP colocándose como el número tres en mayo de 2004.
Prácticamente, un año después, a finales de abril de 2005, caería durante dos semanas en el puesto 11, y aunque durante poco más de un mes, se mantendría fuera de los mejores 10, en agosto recuperaría algunas posiciones y extendería su paso por el top ten hasta mayo de 2006. A partir de entonces, su ranking iría en picada durante el cierre de 2006 y la falta de confianza en su juego lo llevó a quedar fuera del top 100 a finales de esa temporada.
Retiro prematuro
Al sentirse desmotivado, el sudamericano se retiró momentáneamente tras un mal cierre de la temporada 2006 y aunque, en 2008 volvió a la actividad, no encontró un nivel deseado y optó por retirarse definitivamente del tenis. Quien fuera, antes de Rafael Nadal, uno de los mejores tenistas en arcilla, ha declarado que su retiro le vino a bien pues “venia odiando el tenis”.
El mejor devolviendo
A mediados de 2020, la ATP informó sobre el porcentaje de puntos ganados devolviendo el saque en los últimos años. En esta tabla, el argentino apareció en primer lugar, con el mejor porcentaje de devolución por encima de jugadores como Rafael Nadal y Novak Djokovic. El Mago terminó su carrera con una efectividad del 43.7 por ciento en la devolución del servicio.
Final ante Nadal
Otra de las grandes finales plasmadas en la carrera de Guillermo Coria , es la final de Roma contra Rafael Nadal. Una de las mejores finales de la historia en canchas de arcilla. Cabe mencionar que en aquel entonces, los Masters 1000 aún se jugaban a cinco sets, por lo que la duración del partido y las emociones dentro de este son similares a lo que ya únicamente se puede dar en un Grand Slam.
Aquel encuentro presentaba a un argentino buscando regresar al Top 10 y un Rafael Nadal a semanas de conseguir su primer Roland Garros. El duelo se lo llevó el español con parciales de 6-4, 3-6, 6-3, 4-6 y 7-6 tras una batalla legendaria de poco más de cinco horas.