Victoria Azarenka derrota a Serena Williams (1-6, 6-3, 6-3) en un auténtico partidazo, y disputará su quinta final de Grand Slam, y tercera del US Open. La bielorrusa, con un nivel similar al que ofrecía antaño, se medirá el sábado a Osaka con la intención de levantar su primer trofeo en Nueva York.
Victoria Azarenka y Serena Williams medían fuerzas en el US Open por vigésimo tercera vez. 23, sí. Una auténtica locura de rivalidad, que no veía un enfrentamiento en Grand Slam desde 2015. Serena lideraba el Head to Head por 18-4, aunque Azarenka había recortado distancias en sus últimos enfrentamientos. Dos ejemplos de la gran rivalidad que tienen y tuvieron, las dos finales del US Open, en 2012 y 2013 (ambas para Serena).
Azarenka llegaba a las semis (sus primeras de Major desde el US Open 2013), con un recorrido impecable. La primera semana le trajo tres triunfos cómodos, cediendo un promedio de 4 juegos por partido, ante Barbara Haas, Aryna Sabalenka, e Iga Swiatek. En los octavos, padeció a una muy buena Karolina Muchova, pero en semis, de nuevo se dejaría un solo juego para arrollar a Elise Mertens.
Serena, en cambio, ha tenido todo lo opuesto a un camino de rosas. Si bien sus dos primeros partidos fueron relativamente sencillos ante Kristie Ahn y Margarita Gasparyan, ahí se acabaría lo fácil para Williams. Se sucederían después, tres remontadas seguidas, ante Sloane Stephens, Maria Sakkari y Tsvetana Pironkova, para meterse, con mucha dificultad, en las semis en Flushing Meadows.
Serena entra a pista comiéndose a Vika
La realidad es que Azarenka era la favorita para esta partido. Y ella lo sabía. Y saberse favorita ante Serena Williams, en el US Open, no es nada fácil de gestionar. Los nervios traicionaron a la de Minsk en el inicio, y el primer set sería un visto y no visto. En poco más de media hora, Serena se colocaba 6-1 sobre Azarenka, llevando a pensar a muchos que el partido no tendría tanta historia como pensábamos.
Reacción magistral de Azarenka
Pero nada más lejos de la realidad. Había partido, Vika había despertado, y estaba poniendo la directa camino de la final. Empezó a sacar cómoda, y a incomodar al resto a Serena, y acabó rompiendo con 2-2. A partir de ahí, Serena lo abocaría todo al tercer set, sin luchar demasiado cuando le tocaba restar. Vika rompería de nuevo y cerraría por 6-3 el segundo parcial.
No hubo retorno para Serena
La tercera manga comenzaría con alardes de una mayor igualdad. Serena tenía sus opciones en el primer juego al saque, que salvaba Vika, y en el segundo juego, acabaría rompiendo Azarenka después de un mal gesto con el tobillo de Williams, que le costó atención médica durante unos minutos. Victoria confirmaría y colocaría en tres juegos la ventaja, manteniéndola hasta el final del partido, para sellar el set definitivo por 6-3.
Vika buscará su tercer Grand Slam en la gran final ante Osaka
El nivel de Azarenka ya recuerda al del inicio de 2016, o al de 2012. Está más que preparada para ganar el US Open, en su tercera oportunidad en la final. Naomi Osaka, que viene de ganar sufriendo a Jennifer Brady en la semifinal, será su último escollo antes del ansiado título.
La del sábado (22:00 hora peninsular española), será la quinta final de Grand Slam para la bielorrusa. Ganó las dos que jugó en Australia (2012 y 2013), y perdió las dos que jugó en el US Open, las dos antes mencionadas contra Serena Williams. Si no es 50/50, será porque Vika sea ligerísimamente favorita para batir a Osaka. Sin adelantarnos a nada, veremos, seguro, una grandísima final el próximo sábado.
Quién lo hubiera dicho hace un año, Vika.