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Novak Djokovic y Andy Murray: Rivales pero amigos ante todo

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Djokovic y Murray durante la entrega de premios del Open de Australia 2016 | Foto: zimbio.com

Separados tan sólo por una semana de edad, serbio y escocés han protagonizado una de las mejores rivalidades de la última década en el circuito ATP, lo que no ha quitado, por otra parte, que hayan seguido manteniendo una estrecha amistad fuera de la pista desde que eran solamente unos niños. 

Cuando un tenista comienza a dar los primeros pasos en su carrera es muy frecuente que estos vayan acompañados de rivalidades con algún que otro jugador de su misma edad. En la mayoría de las ocasiones, uno de ellos, si no los dos, se queda en el camino o no llega al mismo nivel de éxito que su compañero. Un claro ejemplo es la rivalidad que mantuvieron en su juventud el francés Richard Gasquet y el español Rafael Nadal.

Mientras el primero acaparaba la mayoría de focos en un país necesitado del surgimiento de nuevas estrellas, el segundo se mantuvo en un discreto segundo plano. Ahora y muchos años después de aquello, la historia es bien conocida. Gasquet no logró, ni por asomo, colmar las expectativas que depositaron en él sus compatriotas. Por otro lado Nadal sigue luchando a día de hoy por ser el mejor tenista de toda la historia.

Sin embargo, es poco frecuente es que esos jóvenes sean capaces de crecer de tal manera que lleguen incluso a luchar por ser el mejor tenista del mundo. Precisamente, esto les ocurrió a Novak Djokovic y Andy Murray. Ambos, serbio y escocés, se llevan solamente una semana de diferencia en su fecha de nacimiento. Esto provocó que sus carreras discurrieran de forma simultánea, enfrentándose por vez primera a la edad de 11 años.

Ambos siguen manteniendo una gran amistad tras más de 20 años midiéndose el uno al otro en los más grandes escenarios. Una amistad que se refleja en el respeto mutuo que ambos se profesan el uno al otro cada vez que se han visto las caras en el circuito. «Nos conocemos desde hace mucho, ver cómo ha sido capaz de elevar su nivel en los últimos 12 meses es extraordinario», declaró el propio Djokovic de Murray en la previa del Masters 1000 de París-Bercy en 2016, justo cuando ambos jugadores se jugaban acabar esa temporada en el primer puesto del ranking ATP.

Mucho en juego en la mayoría de sus duelos

Como era de esperar tratándose de dos tenistas del palmarés del serbio y del escocés, la mayoría de sus enfrentamientos a lo largo de estos últimos 14 años se han producido en las instancias finales de los torneos. 19 de sus 36 encuentros se han dado en finales, con once triunfos para Djokovic por ocho para Murray. Es más, 33 de esos 36 partidos siempre han tenido lugar en Grand Slams, Masters 1000, Nitto ATP Finals o Juegos Olímpicos. Cierto es que el cara a cara global es bastante favorable al serbio (25-11), que consiguió escaparse a partir de 2014. En finales de Grand Slam, Djokovic también predomina con cinco victorias por dos del de Dunblane. Cuatro de ellas en el Open de Australia, el torneo fetiche del serbio.

La primera vez que ambos se enfrentaron en un gran escenario fue en la final del, por entonces, Masters Series de Cincinnati 2008. Djokovic había logrado explotar un año antes y ya contaba con su primer título en Melbourne y con otros cuatro Masters Series. En semifinales había derrotado al español Rafael Nadal y llegaba con la vitola de favorito. Pero no contaba con la aparición de un gran Murray, que en aquel verano estaba llevando a cabo su particular explosión en el circuito ATP. El escocés, número nueve del mundo en aquel momento, manejó a la perfección el hecho de jugar su primera final en un torneo de esta categoría y se llevó el título por un doble 7-6.

Un mes más tarde, Murray llegaría a su primera final de Grand Slam en Nueva York y ascendería al número cuatro del mundo, ya sólo por detrás del denominado Big Three. «Durante toda la semana jugué un tenis de altos vuelos, según mi entrenador. Hoy esperaba haber hecho lo mismo, pero salió completamente al revés», declaró un contrariado Djokovic tras ceder en aquella final.

Estilos similares

Si comparamos a ambos jugadores, es cierto que sacaríamos algunas pequeñas diferencias. El juego en la red, siendo Murray superior en este apartado, la derecha más consistente del lado de Novak, ligeramente mejor primer servicio del escocés pero claramente inferior con el segundo. Pero lo que es evidente es que ambos siempre han defendido una misma manera de entender este deporte. Grandes contragolpeadores, pero también capaces de cambiar a un estilo más agresivo según sea la ocasión. Sin obviar que estamos ante dos de los mejores restadores de todos los tiempos. «Cuando te mides a los mejores del mundo sabes que tienes que jugar a tu mejor nivel para tener opciones de ganar, pero incluso haciendo eso, en la mayoría de las ocasiones te siguen ganando. Es lo que tiene que sean tan buenos», reconocía Murray acerca de la dificultad de enfrentarse al Big Three.

El momento culmen de esta rivalidad llegó en las Nitto ATP Finals de 2016. Allí ambos se jugaron en la final de este mismo evento acabar el año en el primer puesto del ranking. «Parece un final de película de Hollywood«, declaraba Novak, que había visto cómo su rival le había sobrepasado un par de semanas antes en el ranking. El serbio tenía ante sí la oportunidad de poner las cosas en su sitio y recuperar el cetro ATP. Pero Murray se mostró francamente superior de principio a fin, conquistando su primera Masters Cup por 6-3 y 6-4. Así logró su 23ª victoria consecutiva y asegurándose finalizar el año como el mejor tenista del mundo. Esto lo logró tras un frenético ‘sprint‘ ‘final de temporada en el que ganó cinco títulos consecutivos.

«Obviamente, ha sido un gran partido contra un jugador con el que me he enfrentado en muchos de los partidos más importantes de mi carrera. Podría decir que ha sido el principal rival que he tenido a lo largo de estos años. Hemos disputado finales de Grand Slam, partidos decisivos en Juegos Olímpicos, finales de Masters 1000 y ahora aquí para terminar como número uno el año. Nos separa una semana de edad. Ha sido una gran victoria y la mejor manera de terminar un gran año para mí», explicaba el escocés tras aquel triunfo.

Amistad y máximo respeto entre ellos

Pese a todas las veces que han competido el uno contra el otro, los dos siempre han hecho gala de  una profunda admiración. Según Murray, cuando mantienen conversaciones fuera de la pista, el tenis no se cuela en ellas. «Cuando hablamos entre nosotros, no lo hacemos sobre tenis, rankings o los partidos que hemos jugado entre nosotros» 

«Quizá eso cambie cuando ambos nos retiremos, pero ahora nos gusta hablar de nuestras familias, los niños y otras cosas. Charlamos más este año tras haberme convertido en padre por primera vez, sobre la dificultad de mantener el equilibrio en nuestras vidas con la familia, los viajes, el trabajo y todo lo demás». Estas declaraciones del británico datan de aquel 2016 donde lucharon por el número uno del mundo. Un ejemplo más de que, pese a ser máximos rivales, siempre hay hueco para la amistad.

 

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