Un 30 de abril de 1993 se vivió uno de los peores momentos de la historia del tenis. Monica Seles fue apuñalada por Gunter Parche, un fanático de Steffi Graff. Por suerte la estadounidense pudo recuperarse pero las secuelas psicológicas le frenaron su carrera.
La jugadora estadounidense estaba en uno de sus mejores momentos de la carrera por aquellos momentos. Hasta 1992 había llegado a las cuatro finales de Grand Slam y solo había perdido una. Hasta este momento era una jugadora muy difícil de vencer, más aun cuando se trataba de una final. Monica siempre era de esas jugadoras con un plus de talento a la hora de jugar los grandes partidos, algo que diferencia a los mejores deportistas.
De todas formas nunca fue un icono del tenis. A muchos aficionados no le gustaban sus gritos a la hora de golpear la pelota. Además la mayoría de sus detractores le abucheaban por el motivo de ser serbia y justo en aquellos años se estaban viviendo unos momentos críticos por la guerra de los Balcanes en la Antigua Yugoslavia. En muchas ocasiones fue abucheada por el público cuando saltaba a la pista. Al final Seles se acostumbró a tener que vivir con ello.
Un loco aficionado de Steffi Graff, llamado Gunter Parche decidió acabar con el dominio de Monica Seles en 30 de abril de 1993. Ese día en el torneo de Hamburgo, durante un descanso le asestó una puñalada por la espalda durante uno de los descansos del partido. Todo quedó grabado en la televisión. Al principio la jugadora se vio sorprendida pero en cuanto notó la sangre se notó el terror en la estadounidense poco antes de desmayarse.
Rápidamente fue trasladada al hospital. Graff intentó seguir con normalidad, es decir continuó disputando el torneo. Por ello saltó la polémica ya que recibió una gran cantidad de críticas. La puñalada fue una heridas de dos centímetros que tardó poco tiempo en sanar. Al final los daños fueron más psicológicos como ocurre en este tipo de agresiones. La jugadora pensó seriamente retirarse del tenis de manera definitiva.
El agresor no fue juzgado debido a que en los análisis que les examinaron concluían que estaba desequilibrado mentalmente. También este hecho fue muy criticado y por este motivo Monica Seles nunca volvió a competir en Alemania. La jugadora tardó tiempo en volver a la competición. Tras 28 meses apartada regresó con una afición que se volcó con la americana. Desde entonces Monica fue la jugadora favorita del público allá donde iba.