Holger Rune logra la victoria en un ajustado partido sobre el argentino Sebastián Báez (7-6(2), 6-1) en la segunda ronda del ATP 500 de Basilea. El próximo rival del danés, otro argentino, Tomás Etcheverry, en los cuartos de final del torneo suizo.
Momento de un partidazo en el Swiss Indoors, con la presencia de uno de los argentinos vigentes en el cuadro, Sebastián Báez. El tenista albiceleste venía de conseguir una notable remontada sobre el australiano Christopher O’Connell para comenzar de la mejor manera en Basilea, dejando atrás una serie de malos resultados en la gira de pistas duras posterior al US Open, con eliminaciones tempranas tanto en Astana como en Shanghai y en Estocolmo. Del otro lado de la red, el máximo cabeza de serie del torneo Holger Rune, que tampoco llegaba en un buen momento, incluso desde hace más tiempo que el argentino. En su debut en Basilea logró una gran remontada sobre el serbio Miomir Kecmanovic, en su primer partido trabajando con Boris Becker como entrenador.
Rune lo gana de menos a más
Un duelo de muchísima intensidad desde el comienzo, con dos jugadores que siempre proponen un juego de desgaste desde el fondo de la cancha, buscando tomar la iniciativa en el desarrollo del partido. Sebastián tendría la primera bola de break de la noche suiza, apenas en el segundo juego, pero Rune lograría sacarlo adelante para mantener la paridad en el resultado. En el tercer descanso del match, el tenista danés frenaría las acciones para pedir asistencia médica por un dolor en la zona abdominal, siguiendo luego sin problemas. Sin roturas, llegaba el momento del tiebreak, que tendría un claro dominador. Rune pegaba fuerte y se quedaba con la primera manga.
Como suele suceder cuando el primer set es tan cerrado, quien lo pierde queda afectado mentalmente, y eso le iba a pesar a Seba Báez, más errático en el segundo parcial, frente a un Rune en alza, animándose a tirar más con su derecha y dando muestras de su calidad cuando está con plena confianza. Un quiebre tempranero para el danés empezaría a marcar la tendencia rumbo a la definición del partido. Tras dos errores no forzados del argentino y un gran punto cerrado en la red, Holger ponía el segundo break de ventaja para prácticamente sentenciar la historia. Finalmente, el máximo favorito del torneo cerró la faena estampando un contundente 6-1 definitorio.