El tenista español Rafa Nadal sigue con su racha y ya son 17 victorias seguidas que le sirvió para alcanzar los octavos de final del Masters 1000 de Indian Wells al ganar a Daniel Evans por 7-5, 6-3 en hora y 43 minutos.
Nuevo reto para el tenista en racha en este inicio de año de temporada que debió de sufrir inmensas sensaciones y drásticas en muchos momentos ante Sebastian Korda en su debut. Su capacidad que conocemos de sobra pero que tiene la valía de saber impresionar con todo lo que realiza, supo verse capaz de dar la vuelta a la cita y finalizar con triunfo. Se enfrentaba ante un tenista que venía de afrontar dos juegos en contra en su primera cita en pistas californianas frente a Federico Coria. Era la tercera vez que se enfrentaban las caras tras haberse enfrentado en dos grandes escenarios para el español como son Montecarlo y la Caja Mágica en la Copa Davis.
Evans se pone por delante
La lucha del británico se vio protagonista en los primeros instantes del duelo. Apto movimiento de piernas y muy enchufado. Queriendo buscar sus cualidades ante a priori un oponente en el que sus golpes no le suelen hacer mucho daño a un jugador que suele coger el bote de la bola en el punto preciso que busca Evans. Aun así, se vio capacitado en encontrar ángulos y trastocar el inicio del partido de un Nadal que vio cómo perdía el saque en el segundo juego al saque.
Nadal aumenta su nivel
Rafa estaba errando bastante con su golpe de derecha sin tener unas grandiosas sensaciones, pero poco a poco logró ir aupándose y forjar ese tenis que tantas alegrías le ha podido dar. Aumento de nivel, aunque en el instante que logró el quiebre para colocar el 4-4 tiró más de tesón que de buen juego, pero psicología una vez más ayudó. Evans, no podía entender que compitiendo a buen nivel, había visto la igualdad nuevamente en el marcador, habiendo cedido únicamente cuatro puntos al saque hasta ese juego.
Nadal había aumentado sus sensaciones y el crecimiento se postuló en el duelo pero pudiendo tener ese ritmo de fondo que le daba Evans, fue sacando ganadores aunque tenía que afrontar momentos difíciles. Salvó una bola de quiebre y después llegaron tres oportunidades de parcial, que aprovechó sobre la segunda bola.
El inicio del segundo parcial comenzó de manual para las escrituras del manacorí. Esa marcha más que iba pudiendo albergar dentro de su tenis fue viéndose en el resultado. Parecía tener el duelo bajo control pero hubo momentos de pensar bastante. Cercano al doble break con el 0-30, no completó un gran instante sin poder asimilarlo. Acto seguido, tuvo que luchar de manera severa ante un Evans que podía creer nuevamente en sí mismo.
Llega la resolución
Nadal se pudo rescatar de ese momento no tan óptimo y recurrió a un buen juego al saque para disipar dudas y alcanzar el 2-5. Se dejó ir en ese juego al resto con alguna derecha fuera y se concentró para servir por el duelo con 5-3. Lo logró sacando un instante resolutivo de amplia concentración con golpes ganadores. Con una derecha y a la primera bola de partido, Nadal se cargó a Evans en Indian Wells. Se medirá a Shapovalov u Opelka en su próximo reto.