Crónicas WTA

Muguruza recurre a la épica para firmar su primer triunfo en Roland Garros

crónica muguruza triunfo primera ronda roland garros
Muguruza celebra un punto durante su partido de hoy en Roland Garros | Foto: gettyimages.es

La hispano-venezolana tuvo que sudar y de lo lindo para no irse a casa a las primeras de cambio en este Roland Garros 2020. En un encuentro de tres horas y un minuto de juego, Muguruza se sobrepuso a sus 64 errores no forzados para lograr la victoria ante la eslovena Tamara Zidansek por 7-5 4-6 y 8-6. El jueves, la segunda ronda ante la ganadora del Kuzmova-Kristyna Pliskova. 

Nada es fácil en un Grand Slam. Y menos en este atípico Roland Garros otoñal. La gran esperanza española en el cuadro femenino, Garbiñe Muguruza, estuvo a un juego de irse para la casa a las primeras de cambio. En un choque donde ofreció su versión más inconsistente, la actual número 17 del mundo se vio obligada a llegar a las tres horas de duración para vencer a la eslovena Tamara Zidansek, número 83 del ranking, por 7-5 4-6 y 8-6.

Muguruza se vio al borde del precipicio en la última manga, teniendo que remontar un 3-0 adverso y sacando en dos ocasiones para mantenerse en el encuentro, pero finalmente, su experiencia y oficio le permitieron salir airosa en su debut en París.

Un debut a priori asequible

La española, undécima favorita del cuadro, hacía se debut en la arcilla parisina en el segundo turno de la pista Simonne Mathieu, la tercera en importancia del complejo francés, ante Tamara Zidansek. No existían precedentes hasta la fecha entre la pupila de Conchita Martínez y esta joven tenista eslovena de 22 años, número 83 del mundo y con sólo una final WTA como profesional, el pasado año en la tierra batida de Núremberg.

Como es habitual en ella, Muguruza ha mezclado grandes resultados con otras pequeñas decepciones desde el fin del parón por la pandemia. La caraqueña llegó muy justa al US Open tras bajarse de Cincinnati por problemas en uno de sus tobillos, saliendo bastante temprano de ‘Flushing Meadows‘, en la segunda ronda ante la búlgara Pironkova. En su primer envite sobre tierra, en el Premier 5 de Roma, las cosas cambiaron bastante para la española, que realizó un gran torneo cayendo en semifinales ante la posterior campeona, la rumana Simona Halep.

Enfrente de ella, una Zidansek que no disputó ninguno de los tres torneos de la gira americana, pero sí un par de ellos sobre polvo de ladrillo, llegando a octavos de final en Praga y cayendo a la primera en Palermo. El favoritismo era 100% favorable a Muguruza, que llegaba a París dispuesta a confirmar las buenas sensaciones que había dejado la semana anterior en Roma.

Muguruza sale a flote en un primer set lleno de altibajos

Sin embargo, ya se sabe. Los comienzos nunca son fáciles y menos en un circuito tan inestable como el femenino. Muguruza salió como el día, fría y bastante atrapada con su saque y sus golpes de fondo. La española tuvo que remar a fondo para contrarrestar la solidez de una Zidansek que tuvo en su dejada y sus golpes cortados sus mejores armas para hacer daño a la caraqueña.

La eslovena aprovechó esta tibia salida de su rival para colocarse 3-0 tras lograr un break en un maratoniano primero turno de servicio de Muguruza y en el que ésta cometió bastantes errores de bulto, entre ellos dos dobles faltas. Afortunadamente, la española entró rápido en calor, no sólo devolviendo el break de entrada que había cedido sino rompiendo otro saque de su rival para ponerse a un juego de la primera manga (5-3).

No la cerró a la primera, puesto que los errores la volvieron a penalizar con el 5-4 a su favor, pero otro break seguido le dio una nueva opción a Muguruza de cerrar este set tan irregular, cosa que finalmente sí logró por 7-5 y en su tercera bola para ello. Los 26 errores no forzados en esta primera manga y el bajo porcentaje de puntos ganados con segundo (38%) eran, sin duda, las asignaturas pendientes de la caraqueña de cara al inicio del segundo parcial.

Zidansek se lo empieza a creer

Un segundo set que caminó por los mismos derroteros que el primero. Muchos breaks, muchos errores y, en general, ambas jugadoras bastante más cómodas al resto. Muguruza continuó por esa senda de inestabilidad permanente, sumando otros 18 errores no forzados a su cuenta total y con un pobre rendimiento con el servicio, sin llegar siquiera al 50% de puntos ganados ni con primero ni con segundo. La española estuvo dos veces break arriba en esta segunda manga, 2-1 y 4-3, pero en ambas los errores al servicio y las soluciones tácticas de su rival la volvieron a condenar.

Finalmente, con 5-4 a su favor, Zidansek aprovechó la tensión que tenía Muguruza en su raqueta para lograr otro break más y llevarse este segundo set con todo merecimiento. Tenía que ser con una dejada, un golpe con el que la eslovena tiene un toque especial, la manera en la que cerró el parcial la actual número 83 del mundo.

Pero Muguruza le corta las alas en un final dramático

La inercia positiva con la que Zidansek había finalizado la segunda manga se ensanchó en el inicio de la tercera. La eslovena cogió la línea de fondo con su derecha y en los tres primeros juegos del set definitivo desarboló por completo a una Muguruza que no se creía el nivel que estaba desplegando su rival. Afortunadamente para la española, eso sólo sería el comienzo de un tercer set épico, dramático y que se acabó convirtiendo en una auténtica montaña rusa.

Muguruza recuperó la compostura y el break inicial igualando a tres juegos la manga. A partir de ahí, el encuentro fue un continuo sube y baja en el que ambas jugadoras intercambiaron bolas de rotura en cada juego al resto. Justo cuando más presión sentía, con 5-4 y 6-5 en contra y sacando para mantenerse en el torneo, Muguruza sacó su gen de bicampeona de Grand Slam para darle la vuelta al partido. La caraqueña logró la ansiada rotura en el decimotercer juego del set (recordamos que en Roland Garros no hay tiebreak en el último parcial) para acto seguido, finiquitar este sufrido triunfo por un marcador final de 8-6 en el tercer set un minuto después de cumplirse las tres horas de partido.

Lo primero que hizo Muguruza tras el final del choque fue fundirse en un abrazo con su entrenadora, Conchita Martínez, y con el resto de su cuerpo técnico, consciente de que sacar adelante días tan complicados como el de hoy pueden ser decisivos en un hipotético camino hacia la gloria en París. De momento, ya está en segunda ronda y ahora dispondrá de dos días completos para recuperarse del gran esfuerzo de hoy antes de medirse a la ganadora del Viktoria Kuzmova-Kristyna Pliskova.

Ads