El ruso ha tirado de pundonor para remontar un partido que tenía cuesta arriba. Más de cuatro horas para ganar al australiano De Miñaur en cinco sets (6-4, 6-7, 6-7, 6-3, 6-0). Billete conseguido para los cuartos de final.
Cuadro ATP Australian Open 2024
Rublev resiste ante De Miñaur
Cerraba la jornada del domingo 21 de enero en el Open de Australia un duelo entre Alex De Miñaur y Andrey Rublev. El australiano llegaba tras una fantástica United Cup en la que había alcanzado por primera vez el Top 10 del ranking ATP. Además se había mostrado muy sólido en primer Grand Slam de la temporada en sus tres primeros partidos. Al otro lado esperaba un Rublev que había ido de menos a más y venía de ganar a Korda por la vía rápida. Era el sexto enfrentamiento entre ambos y por el momento ganaba el aussie con tres victorias por dos derrotas. Se esperaba un gran duelo de altos vuelos con una pista repleta animando a su tenista local.
El ruso golpea primero
Rublev comenzó salvando dos bolas de break en contra. El ruso poco a poco iba encontrando esa profundidad en los golpes y desarbolaba el juego defensivo de Alex De Miñaur. Un break le mandaba hasta el 4-1. El tenista local siguió peleando y fue capaz de poner las tablas después de una gran reacción con el 4-4. El siguiente juego cayó para el pupilo de Fernando Vicente que con el 5-4 iba a a restar para llevarse el set. De Miñaur tenía dos set balls en contra. La primera la salvaba, pero la segunda tras un grave error que era una doble falta le acababa dando el primer set a Andrey Rublev.
De Miñaur enloquece al público
El ruso además comenzaba sacando en el segundo parcial. Rublev cada vez estaba más cómodo y es que a partir del ecuador del segundo parcial estaba muy inspirado con una alta velocidad de bola. De Miñaur aguantó una y otra vez la presión y ponía las tablas. El nivel de los puntos empezaba a subir y el público empezaba a deleitarse. Por si fuera poco llegaron al tie break. Aquí De Miñaur enloquecía al público con algunos puntos que merece la pena ver una y otra vez. Tras el 6-4 llegaban dos pelotas de set. A la primera no, pero a la segunda tras un golpe ganador de revés cruzado se llevaba el segundo parcial y ponía las tablas en el encuentro.
Otro set brillante
De Miñaur salió lanzado a por el tercer parcial. Rublev había sido penalizado a nivel mental después de perder esa segunda manga. El aussie se marchaba rápidamente hasta el 3-0. Rublev miraba a su banquillo y no paraba de lamentarse. Pasaron los minutos y el australiano veía otra vez en la sombra el peligro de un Rublev que empezaba a entonarse. Tras el 5-2 llegaron tres juegos consecutivos salvando incluso bola de set por parte de Andrey para poner las tablas con el 5-5. De repente el ruso estaba volviendo a brillar sobre la pista y dominaba ante un De Miñaur que intentaba aguantar. Tras salvar otra bola de set en contra se marchaban al tie break. El partido empezaba a coger tintes históricos y fue otra vez De Miñaur el que siendo valiente y con mucha personalidad por 7-4 se llevaba también el tercer parcial.
La furia rusa regresa
Rublev no iba a bajar los brazos el ruso sacó esa personalidad de campeón y de jugador Top. Con un 3-0 tenía un gran inicio de cuarto set. Estaba claro que De Miñaur no se iba a rendir e iba a seguir peleando también en este parcial. Una buena reacción le hacía acercarse hasta el 2-3. El ruso templó los nervios y otra vez con su derecha encontrando tiros ganadores se escapaba hasta el 5-2. Esta vez sí que fue suficiente, ya que finalmente con su servicio por 6-3 acababa forzando el quinto y definitivo parcial.
Amargo adiós de Alex De Miñaur
El quinto parcial vio la mejor versión de Rublev. El ruso encendido no paraba de repartir tanto con su derecha como con su revés. Un cañon de drive volvía loco a un De Miñaur que seguía peleando. El problema es que ya no estaba igual físicamente y tenía alguna molestia en la pierna. Rublev estaba enrabietado y celebraba cada juego con su equipo de trabajo. Tres breaks consecutivos le dejaban con el 5-2 y la opción de poder sellar el triunfo con rosco. No dio más opciones a De Miñaur que después de un gran partido se despedía con rosco en contra ante su público.