Sara Sorribes Tormo, jugadora Nro. 62 del circuito WTA, nació el 8 de Octubre de 1996 en Vall d’Uixó. Poseedora de la tenacidad que caracteriza al tenis español, se encuentra hoy en su mejor posición en el ranking mundial hasta el momento.
Con la tierra batida como superficie favorita pero sin dejar de lado los buenos resultados en cemento, ha conseguido a lo largo de su carrera 10 títulos individuales y 6 en dobles dentro del circuito ITF.
Alcanzó el Top 100 en 2017 y en los años posteriores logró sus dos primeros trofeos WTA en la modalidad de parejas junto a Naomi Broady (Monterrey 2018) y a Martínez Sánchez (Rabat 2019). Actualmente es la segunda raqueta del tenis femenino en su país, siguiendo a Garbiñe Muguruza, Nro. 15 del mundo.
Lucha y esfuerzo, ADN español
Quien observe con atención al juego de Sorribes Tormo podrá darse cuenta que ha crecido con la imagen de David Ferrer como referente, tal como ha comentado en algunas oportunidades a la prensa.
Construyendo cada punto, luchando por cada pelota que se pone en competencia y reconociendo que todo lo que ha logrado a lo largo de sus años como profesional se debe al trabajo diario, tanto físico como mental.
Se trata de una guerrera de aquellas que hacen permanecer alerta a sus rivales, logrando que cada minuto de partido tenga un valor agregado. Así funciona su estrategia, de manera paciente en la línea de fondo y firme de mitad de cancha hacia adelante, demostrando también su solidez como doblista.
El comienzo de una nueva temporada
La española comenzó el 2021 en el WTA 500 de Abu Dhabi venciendo a Nadia Podoroska, semifinalista de Roland Garros 2020, como prueba inicial. Siguiendo con sus actuaciones frente a Pera y Gasanova, llegando hasta cuartos de final, en donde caería contra Marta Kostyuk.
Más allá de la derrota, Sara ha vuelto a demostrar que para ella lo importante es trabajar y progresar, tal como lo expresó en conferencia allí: “Estoy contenta con mi rendimiento. Mi intención es seguir trabajando, seguir mejorando y lo que tenga que venir, vendrá con el nivel y jugando buenos partidos”.
Sus rasgos más característicos, entre ellos su garra, están intactos. Veremos entonces hasta dónde puede llegar la española durante la temporada que aún está dando los primeros pasos.