La temporada 2017 fue la mejor en la carrera de Grigor Dimitrov. El búlgaro cerró el año ganando la Copa de Maestros, sumó cuatro nuevos títulos a su vitrina y terminó la temporada como el tercer mejor tenista del mundo.
Cuando a un aficionado al tenis le mencionan el nombre de Grigor Dimitrov le viene a la mente un tenista con un talento desbordante que en sus inicios se le llegó a comparar, por la forma de juego y la armonía de su revés, con el mismísimo Roger Federer. Pero es inevitable que también les deje un sabor amargo ese talento desaprovechado que en muchas ocasiones llegó a ser noticia por su vida de fuera de la pista que por su desempeño en el circuito. Pero el talento del tenista búlgaro ha regalado grandes momento a los amantes del deporte de la raqueta y tuvo un año, el 2017, de ensueño.
Comenzó aquella temporada ganando el torneo de Brisbane en una disputada final contra Nishikori y llegó a las semifinales en el Open de Australia donde Rafa Nadal le dio billete en un partido que se fue al quinto set y le dejó a las puertas de jugar su primera final de Grand Slam. Se quitó esa espina en el siguiente torneo proclamándose campeón del torneo de Sofía, ante su público. De los tres primeros torneos del año había conseguido ganar dos y hacer semifinales de Grand Slam, todo hacía presagiar una buena temporada para Dimitrov quien parecía haber encontrado la madurez en su juego.
Descalabro en la arcilla
La gira de tierra batida no fue la más deseada y consiguió unos resultados bastante discretos. En el segundo Grand Slam de la temporada, Roland Garros, el búlgaro quedó eliminado en treintaidosavos de final a manos de Pablo Carreño. El cohete que había despegado con mucha fuerza a principio de temporada comenzaba a perder fuerza y los fantasmas del pasado volvían a acompañar al búlgaro por las pistas.
Llegó a la gira de hierba con la misión de volver a encarrilar su juego y conseguir los resultados del inicio de la temporada. Por su estilo de juego, tiene buen servicio y se defiende de una manera muy notable en la volea, la hierba le va bien. Aquel año llegó a las semifinales en el mítico torneo de Queen´s, donde su verdugo fue Feliciano López; en Wimbledon, en la catedral del tenis, fue Roger Federer el que le apeó del cuadro en dieciseisavos de final, ronda a la que había llegado sin ceder ningún set.
En el último tercio de la temporada, la gira americana y la asiática, los resultados volvieron a ser buenos y la posibilidad de jugar la Copa de Maestros iba ganando cada vez más enteros. Llegó al US Open después de terminar campeón en Cincinnati, pero en el último grande de la temporada no pudo pasar del segundo partido y Rublev le obligó a hacer las maletas de forma prematura. Logró buenos resultados en la gira asiática con semifinales en Pekín y cuartos en Shanghai cayendo en ambos torneos contra Nadal. Y, como antesala a las Nitto ATP Finals, logró hacer final en el torneo de Estocolmo.
El milagro de Londres
Llegó a Londres con tres trofeos en el raquetero. Al último torneo del año solo acudió Roger Federer de “Big 3”, por lo que el cuadro estaba más abierto a las sorpresas y suponía un plus de motivación para los allí presentes. En el O2 Arena de Londres volvió a aparecer el tenista del primer tramo de la temporada y ganó todos los partidos de la Round Robin. En semifinales remontó un set en contra a Jack Sock y se plantó en la final contra David Goffin, verdugo de Federer en las semifinales. El búlgaro ya le había ganado en la fase de grupos y repitió la victoria en la final en una de las victorias más importantes de su carrera. De esa forma, proclamándose maestro del tenis, cerró su mejor temporada con un récord de 49-19 (W-L), cuatro títulos, número tres del mundo y maestro del tenis.
Con 29 años de edad todavía le queda mucho juego a un tenista que siempre ha estado en el disparadero y el mundo del tenis es consciente de su talento desbordante. Su juego puede explotar en cualquier momento y no sorprendería que volviese a alcanzar el cénit de su tenis y, quién sabe, lograr algo todavía más grande que lo que consiguió el año 2017, hasta el momento su mejor temporada.