Daniel Evans; o Dan Evans para los amigos, cumple 30 años. No son 30 años cualesquiera, son 30 años plagados de altibajos tenísticos y extratenísticos. En ellos, no ha tocado el cielo todavía, pero sin duda sí el suelo y el subsuelo, cuando un positivo en cocaína lo tuvo apartado del tenis un año. Repasamos el antes, el durante y el después del episodio más oscuro de la carrera de Daniel Evans.
Positivo por cocaína
Junio de 2017. Daniel Evans era número 55 del mundo, después de hacer su primera final ATP en Sídney, y su primera segunda semana de Grand Slam en el Australian Open. En los últimos meses, había ganado a Marin Cilic, Dominic Thiem o Alexander Zverev. Su carrera iba por el buen camino, pero estaba a punto de dar un giro inesperado que cambiaría su trayectoria (y a él mismo) para siempre.
Evans convocó una rueda de prensa, comunicando en ella que había dado positivo en cocaína en abril. Una cocaína que reconoció haber ingerido en cantidades »relativamente pequeñas», y fuera de competición. No era excusa; Evans se enfrentaría a un año de sanción que podía ser, a sus 27 años, un mero año sabático, o quizá afectar más de la cuenta. El británico, que creció jugando al squash mientras apoyaba a Tim Henman, Pete Sampras y el Aston Villa, se había metido en un abismo del que sería difícil escapar.
Tras la tempestad, llegó la calma
Muchos no confiarían en él, pero otros eran más que conocedores de su talento. Y la carrera de Evans, cuando retomó la competición en Glasgow en abril de 2018, estaba resurgiendo, empezando de nuevo, y con la expectativa de superar sus ya buenos resultados antes de la cocaína. Y así sería. Un Evans sin ranking, necesitaría de 4 Challenger para meterse en el top 400 y conseguir jugar Queen’s y la previa de Wimbledon.
Era el principio del regreso, que no acabaría por culminar hasta 2019. Consiguió pasar la previa de Australia, ganar la primera ronda, y enfrentarse a Roger Federer en segunda. Perdió, pero las sensaciones ya eran otras. Dan salía de Australia como número 163 del mundo, y hacer final en Delray Beach metería de lleno al de Birmingham en el top 100.
Después de eso, no obtendría grandes resultados a corto plazo, ganando solamente un partido ATP hasta junio, en el Masters de Indian Wells. A pesar de ello, seguía creciendo en el ranking, y ganaría dos Challengers, llegaría a cuartos en Eastbourne y a la tercera ronda de Wimbledon. Era el nuevo número 55 del mundo.
Cerraría el año con una tercera ronda en el US Open, y siendo importante para Gran Bretaña en los cuartos de las Finales de la Copa Davis en Madrid. Su 2019 terminaría en el número 42 del ranking; y en 2020, ha ganado 3 partidos de 4 en la Copa ATP, ha hecho cuartos en Adelaida, segunda ronda en Australia, cuartos en Róterdam y semis en Dubái. Ahora es el número 28 del mundo, su mejor ranking de siempre.
Nunca conviene ver las orejas al lobo, y en este caso, que el lobo te coma, pero Daniel Evans, ahora en el mejor momento de su carrera, y siendo el mejor tenista actual de Gran Bretaña, ha demostrado que la fuerza de voluntad, todo lo puede.