El tenista galo, de 21 años y actual número 75 del mundo, reveló en Behind The Racquet sus inicios en el deporte de la raqueta, destacando lo difícil que fue para él dejar a sus padres con sólo 12 años. Por contra, el francés asume que una profesión como esta te permite madurar más rápido y afrontar lo que te depare en la vida con más determinación.
Convertirse en deportista de élite conlleva mucho trabajo y una enorme cantidad de sacrificios. Sólo unos pocos elegidos saben lo duro que cuesta abrirse camino en un mundo donde la competencia es máxima y en el que cualquier mínimo contratiempo puede tirar por la borda todo el trabajo realizado. Corentin Moutet lo sabe muy bien.
El tenista francés, actual número 75 del ranking ATP, se sinceró en el último artículo de Behind The Racquet donde revela la dura decisión que tuvo que tomar con sólo 12 años abandonando a sus padres para comenzar su carrera tenística al amparo de la Federación Francesa en el sur del país. Además, también recalcó los beneficios de una profesión individual como ésta, señalando el mayor grado de madurez y responsabilidad que un tenista adquiere en comparación con otros trabajos.
Los inicios lejos de su familia
“Dejé la casa de mis padres, situada en el centro de París, cuando tenía 12 años para comenzar a entrenar en el sur de Francia. Fue una decisión difícil. Aunque yo quería irme, también necesitaba a mis padres. Finalmente, elegí estar sin ellos. No sabía cómo cocinar o limpiar pero terminé aprendiendo”.
“Siempre me he sentido parte de la Federación. Sabía que era allí donde necesitaba ir para entrenar y poder competir con los mejores jugadores jóvenes del país. Me centré mucho más en el tenis que en el colegio. Siempre supe que el tenis era lo mejor para mí pero no sabía lo difícil que iba a ser estar lejos de casa. Mis padres entendieron mi decisión, aunque no estuvieron de acuerdo. Me dijeron que era demasiado joven, que todavía podía encontrar maneras de jugar al tenis cerca de casa. Mi equipo les convenció que era lo mejor para mí”.
Percances a superar en el camino
“Los primeros meses no fueron fáciles. Apenas llevaba unas semanas allí y me rompí la pierna. Había una carrera de obstáculos como actividad grupal para todos los niños y me caí de un árbol. Me quedé allí, aunque no podía hacer nada a causa de la lesión. Esos días pasaron muy despacio, solamente con las clases y con mis padres muy lejos, no sabía qué hacer”.
“No me quedó más remedio que quedarme allí para tratar de relacionarme con la gente. Si me hubiera ido y vuelto al poco tiempo, no hubiera conocido a nadie. Resultó algo desafortunado. Incluso en ese momento sabía que regresaría pronto pero también que tendría un largo camino por delante. Era sólo cuestión de tomarme un pequeño descanso del deporte que practicaría durante toda mi vida”.
La importancia de rodearte del equipo adecuado
“Cuando finalmente dejas la Federación y llega el momento de necesitar a tu propio equipo de trabajo, ellos te ayudan a ser mejor persona. Aprendí mucho de los errores que cometí durante mi estancia en la Federación. Cuando llegó el momento de ser el líder de mi propio equipo, me volví más maduro tanto dentro como fuera de la pista. Aprendí, no sólo a respetar al resto de jugadores y a mi equipo, sino también a mi familia. Cuando tienes tu propia casa y tu hogar ya no está junto a tus padres aprendes a valorar cada segundo. No tienes tiempo para cosas negativas, sólo recibes buenas vibraciones”.
El tenis como vía para madurar
“El tenis te permite madurar más rápido. Cuando empiezas a jugar torneos Future a los 16 o 17 años, ya estás jugando casi contra adultos y por dinero. De esa forma tienes la oportunidad de comprobar lo que es ser un adulto desde el principio, ponerte a trabajar desde muy joven. Algunas personas no comienzan a trabajar hasta los 24 o 25 años, no tienen que lidiar con problemas de adultos hasta esa edad. Como tenista, enseguida empiezas a notar la presión de tener que ganar partidos para poder llegar a fin de mes, tú y tu equipo. Necesitas la victoria para seguir, no hay otra manera”.
“El tenis me ha enseñado muchas cosas. En la pista, estás sólo y no te queda otra que averiguar todo por ti mismo. Aprendes a encontrar soluciones dentro y fuera de la pista. Incluso aunque tengas mucha confianza, tienes que ser muy honesto contigo mismo desde una edad muy temprana a la hora de poder madurar y tener éxito. Nosotros vivimos en un mundo totalmente diferente al de otra gente de nuestra misma edad”.
