La tenista alemana comenzó su andadura en tierras francesas con una victoria ante Diane Parry en dos mangas (6-3, 6-4).
Angelique Kerber empieza con paso firme en Estrasburgo. La que fuera número 1 allá por 2017 y ganadora de tres Grand Slams hacía su debut en tierras galas ante la joven Diane Parry, una tenista con un futuro esperanzador en el país galo. La germana ha cuajado una actuación sublime para derrotar sin problemas a su rival en dos mangas y certificar su pase a la segunda ronda del torneo francés.
Kerber y Parry medían fuerzas por primera vez en su carrera. La tenista de Bremen llegaba a este torneo gracias a una wildcard de la organización y el destino quiso que su rival fuera una de las joyas del tenis galo, la joven Diane Parry. La gala es una tenista con un tenis algo peculiar, puesto que es de las pocas que tiene revés a una mano en el circuito femenino y eso siempre es complicado de afrontar.
Kerber da el primer paso
Kerber comenzó el encuentro mostrando un nivel muy alto desde el principio y haciendo valer su mayor experiencia ante la joven tenista gala. Los tiros potentes y planos de la germana fueron marcando el ritmo del encuentro y pronto conseguiría un break que a la postre fue decisivo en el devenir del primer parcial. Kerber se hizo con el control del partido gracias a su tenis de contraataque que tan bien le ha ido en épocas pasadas, y se hizo con el primer set por 6-3.
La germana consiguió imponer su mejor juego durante muchas fases del partido, el cual recordó a la mejor versión de Kerber allá por 2016 y 2017. Su tenis plano fue haciendo mella en una Parry que notaba la presión de jugar en casa ante su gente, y la tenista alemana se aprovecharía de ello para volver a adelantarse en el marcador en el segundo parcial. Pero la joven tenista gala no se se rindió y rompió el saque de su rival acto seguido para poner la igualada en el marcador en el segundo parcial.
En un duelo de estilos (revés a una mano de Parry vs tenis plano de contragolpe de Kerber) la experiencia acabaría jugando un papel fundamental en el devenir del encuentro, y Kerber no tardaría en romper el saque de su rival para poner la guinda a un partido muy bueno por parte de la tenista de Bremen y de esta forma certificar su pase a la siguiente ronda.