El español cayó en tres mangas (6-2, 3-6, 4-6) ante el ruso Pavel Kotov en la primera ronda del ATP 250 de Mallorca. En busca de las semifinales, el No.116 del mundo enfrentará a Lloyd Harrys.
Por el primer partido correspondiente a una nueva edición del certamen español, se medían Alejandro Davidovich Fokina y Pavel Kotov. Este era el segundo torneo sobre césped para el oriundo de Málaga, que arribó tras un duro paso por Londres, donde cayó en la primera vuelta ante Jiri Lehecka. Por parte, el ruso venía con mucho rodaje en dicha superficie, ya que disputó Hertogenbosch, Halle y ahora Mallorca, donde cayó en la fase previa pero ingreso como perdedor afortunado.
El español pone primera
Con un vertiginoso break en el tercer juego, fue como Davidovich le dio la bienvenida a Kotov a su país de nacimiento. Imponiendo con su derecha y devolución, el español logró sumar otra rotura de diferencia y así adelantarse 5-2. A la hora de cerrar el primer set, no titubeó y se lo llevó por un contundente 6-2.
Kotov pone tablas
El segundo tuvo un inicio a pedir para el ruso, que con un quiebre en el tercer juego tomó la delantera. Consciente de lo crucial de esta ventaja, Kotov mantuvo su servicio y la estiró más aún. Sin embargo, unos minutos más tarde, cometió groseros errores desde el fondo de la pista y el español no perdonó. Pese a la reacción, ese gran nivel de Davidovich no iba a durar mucho. El ruso ganó con inteligencia dos juegos en filas, entre ellos un quiebre, y se adueñó del set por 6-3.
La victoria se tiñe de blanco, azul y rojo
Ya con un clima un poco más pesado, la manga definitoria tenia a Kotov como protagonista. El ruso comenzaba golpeando fuerte, con un rápido break para descolocar a su rival. Sin renunciar a sus principios, Davidovich continuó luchando, pero el tenis del ruso era muy superior. A pesar de que ambos tuvieron chances para romper los servicios ajenos, ninguno lograba concretarlos. En el noveno juego, Kotov sacó para partido, pero el español fue inteligente, y presionando en la devolución, consiguió tres bolas de quiebre. Sin embargo, con mucha templanza el ruso las salvó y selló la victoria por 6-2, 3-6, 4-6.
