El número cuatro del mundo, Alexander Zverev, ha tomado la decisión de no participar en el ATP 250 de Stuttgart que se lleva a cabo en su país de origen. El alemán viene de ser finalista en Roland Garros, batalló más de cuatro horas contra Carlos Alcaraz y terminó perdiendo en el quinto parcial.
Zverev se toma un descanso después de París
El alemán Alexander Zverev afirmó que no estará presente en el Boss Open, torneo que se juega sobre hierba, luego del maratónico partido que tuvo en la final del Abierto de Francia. Sascha jugó casi veintitrés horas de tenis en las pistas del segundo Grand Slam de la temporada, agotándose mental y físicamente, agregando la desilusión de no poder levantar el título. El cuarto sembrado del ranking no ha dado indicios de su baja, pero posiblemente sea por el desgaste que sufrió en París. El francés Richard Gasquet (Lucky Loser) ocupará el lugar del alemán, deberá enfrentar al estadounidense Brandon Nakashima.
Los mejores resultados de Zverev antes de pisar la arcilla
Sascha tuvo un gran inicio de año en el Australian Open, allí desplegó su mejor tenis para pisar las semifinales, donde fue eliminado por el ruso Medvedev. Después, precisamente en el mes de marzo, el alemán llevó su jerarquía hacia el Máster 1000 de Indian Wells. En el estado de California, Zverev se topó con un inspirado Carlos Alcaraz en cuartos de final, siendo derrotado ampliamente en sets corridos. Posteriormente, armó las valijas y se fue hasta Miami, su gran forma lo catapultó entre los cuatro mejores del certamen. En el segundo Máster de la temporada, el alemán alcanzó las semifinales perdiendo ante un formidable Grigor Dimitrov.
Un solo título para el alemán previo a Roland Garros
Alexander empezó la gira sobre arcilla en Montecarlo, donde se cruzó con el griego Tsitsipas en octavos de final y cayó en parciales seguidos. Zverev volvió a su país para sumar confianza en el ATP de Múnich, pero solo ganó un partido, Garín lo dejó afuera en los cuartos de final. En el Mutua Madrid Open arrancó con dos victorias sólidas y luego fue doblegado por el argentino Cerúndolo en octavos de final. En Roma, el alemán se reencontró con su mejor nivel para vencer a todos los que se interpusieron en su camino, adueñándose de la corona.