Marco Trungelliti superó a Alejandro Davidovich por 5-7/6-3/7-5/6-7(3) y 6-4 tras 4 horas y 28 minutos siendo así el partido por ahora más largo del US Open. Su rival en la segunda ronda del último major de esta temporada será el argentino Bagnis (80º).
Tras tres derrotas seguidas en el circuito, Alejandro Davidovich (32°) iniciaba su andadura en Flushing Meadows con la necesidad de volver a la senda de la victoria. Enfrente tendría al argentino Marco Trungelliti (198°), rival al que se enfrentaría por primera vez en un partido ATP. Este llegaba a la fase final del último major del año después de superar en la fase previa a Kavcic (219°), Broady (147°) y Kovacevic (414°). Con un récord de 0-1, buscaba ganar su primer encuentro en Nueva York. Por su parte, el mejor resultado de Alejandro aquí fueron los octavos de final contra Zverev de la edición pasada.
Empezaba bien el encuentro para el cabeza de serie número 29. 8 errores no forzados de Trungelliti y el empuje del español en los cuatro primeros juegos propiciaban el 3-1 a favor de este último. Con ambos jugadores probándose en los primeros golpes, Davidovich sería más efectivo para empezar a mandar en el electrónico. Con 3-2 arriba y servicio encararía sus primeras dudas desde el fondo, si bien conseguía salvar las dos primeras bolas de break del jugador procedente de la qualy.
Lejos de bajar los brazos, el de Santiago del Estero apretaba constantemente desde el primer resto. Dos nuevas bolas se abrían en su horizonte para su primera rotura del encuentro pero Davidovich se agarraba a su primer saque para evitarla de nuevo. Momento más que oportuno pues el timing de sus golpes no estaba siendo el más indicado a la hora de dañar la defensa de su rival.
El número 32 ATP se enredaría de nuevo con su servicio para su desesperación. A diferencia de los casos anteriores, el argentino conseguía romper a la tercera para empatar en juegos a 5. No obstante, el Davidovich más fino y preciso llegaba en el momento justo para quebrar por segunda ocasión el servicio de su oponente. Con 6-5 y saque ya no iba a perdonar cerrando el primer set por 7-5.
Segundo capítulo
El segundo set avanzaba a paso firme con unos tenistas que se mostraban mucho más autoritarios con su servicio. A la altura del 3-2, uno por Trungelliti y dos por Davidovich eran los únicos puntos conseguidos desde el resto. Justo en ese sexto juego el argentino cambiaba la tendencia para ponerse 4-2 arriba. Una de las grandes culpables de dicho cambio fue la activación por su parte del modo muro. El juego siguiente sería uno de sus más brillantes con servicios ante los que apenas podía plantar oposición el español. Aunque cumplía con su parte y firmaba el 5-3, su oponente no dejaba lugar a dudas. Con la clásica jugada de saque abierto y derecha paralela finiquitaba la segunda manga, para empatar, de paso el partido.
Batalla sin cuartel
65% de puntos ganados con primer servicio y 44% de segundo por los 94 y 63 del segundo set. Consciente de que debía buscar estos últimos porcentajes, un Trungelliti inspirado comenzaba la tercera manga rompiendo a un Alejandro algo impotente. En cambio, reaccionaba a continuación para volver a establecer el 1-1.
A partir de aquí duelo de muchas alternativas con ambos jugadores sacando lo mejor de su tenis. Dependiendo del momento, uno de los implicados parecía más enchufado que otro. Por parte del de Fuengirola, golpeaba con cada vez más seguridad su revés cruzado, admitido por él mismo como uno de sus golpes favoritos. Trungelliti pujaba por romper de nuevo a fin de no ir a contracorriente. No obstante, la velocidad de los envíos del malagueño complicaban dicha empresa.
Con el argentino muy motivado y más conservador desde el resto, el español debía completar los puntos casi a la perfección para no ver el fantasma del break. A diferencia de Alejandro, este necesitaba muchos menos tiros para sacar adelante sus servicios. El modo muro volvía a hacer su acto de aparición en el 4-4. Sin embargo, Davidovich salvaba una comprometida bola de rotura para meter presión con el 5-4. El español no se bajaba del plan y demostraba de nuevo su valentía en los momentos más tensos. La misma de su rival para arriesgar con golpes profundos y una subida a la red.
Pero la bravura chocaba finalmente con la imprecisión. Tres errores no forzados de Davidovich provocaban la segunda rotura del set. De nuevo volvía a ser el verdugo Trungelliti, que a golpe de saquetazo, ajusticiaba por 7-5 la tercera manga. “Tanto entrenar para esto”, comentaba irritada la víctima tras la pérdida del set.
Todo parecía marchar bien para Alejandro en el cuarto pero fue un espejismo. Trungelliti sabía cómo infligir daño a su rival, por lo que no dudó en hacerlo desde el segundo juego. 3-1 para el argentino y todo en contra para el cabeza de serie número 29 del US Open. Aunque arriesgaba e intentaba mover de lado a lado a su contrincante, el español debía mover cielo y tierra para conseguir cualquier punto. Para más inri, con un Trungelliti con cada vez más confianza, sus tiros se volvían más peligrosos de lo que ya eran de por sí.. De hecho, con 4-2 arriba, sus dos últimos turnos de saque se habían saldado como juegos en blanco.
Pero Davidovich tendría su última palabra en forma de rotura. 5-4 cuando todo parecía perdido. Ahora debía cambiar el plan Marco y ser algo más propositivo. No dudaría para empatar y buscaría seguir ejecutándolo pero Davidovich buscaría dominar de nuevo los intercambios. A esta altura del apartado cualquiera podría llevárselo. El número 198 del ranking ATP se agarraba al partido y forzaba la muerte súbita no sin salvar antes dos bolas de rotura. Aquí se hizo amo y señor desde el fondo el malagueño, que empujó a Marco a subidas algo desesperadas a la red. 7-3 y todo abierto en el quinto.
El desempate
Transcurridas casi cuatro horas de encuentro, el cansancio comenzaba a hacer mella. Davidovich era el que empezaba a notarlo mucho más y volvía a tener la sensación de no saber cómo superar a su oponente. Con 3 games a 0 a favor de Marco y con este contexto, parecía complicado que se le escapara. Sin embargo, el de Fuengirola volvía a dar vuelta a la situación echando el resto tanto a nivel físico como tenístico. De nuevo un escenario de alternativas para ambos jugadores pero con ventaja para Trungelliti por ir delante en el marcador en caso de ganar su servicio. Con 5-4 30-40 saque para Davidovich llegaba la desgracia. Justo al momento del saque el tobillo le traicionaba y le obligaba a terminar el último punto del encuentro cojeando.