Cuatro años ha tenido que esperar Ana Konjuh para poder acceder a una nueva final a nivel WTA. Lo consiguió sobre la arcilla de Belgrado al derrotar a María Camila Osorio por 7-6(6), 7-6(4). A partir de las 18:00 deberá jugar ante la ganadora entre Paula Badosa y Viktoriya Tomova.
Todo marcha muy igualado
Cada una queriendo poner su estilo de juego, se vivió una lucha grande en ese primer parcial donde en el primer juego, la croata tuvo hasta ocho bolas de quiebre que no pudo solventar. Aun así, en el próximo turno, la diferencia sería un hecho aunque el contrabreak también sería real. La croata quería optar con ese juego agresivo comandado con ese potente revés que es capaz de desbordar a cualquiera. La colombiana, por su parte, en una jornada donde el sol iluminaba y la cancha estaba bastante rápida quiso ser fuerte desde el fondo queriendo realizar cambios de ritmo en busca de que el juego de la croata no fuera tan efectivo a la hora de tener que golpear en carrera.
Konjuh se llevó un juego en blanco para poder servir con 5-4 al realizar un gran juego ofensivo, pero Osorio nuevamente iba a gozar de la oportunidad del contrabreak. Con lo cual, ambas fueron prosiguiendo a lo largo de la manga hasta llegar a la muerte súbita. Allí continuaron con mucha igualdad pese a que la tensión se palpaba entre los dos rostros. La colombiana tuvo servicio para ganar con 6-5 pero una doble falta se lo impidió. Seguidamente, dos puntos consecutivos de la croata le alejaron de ese Tie-Break que finalizó 8-6 en una manga que llegó a los 65 minutos para que ambas se marcharan hacia los vestuarios.
Osorio no aprovecha su oportunidad
La colombiana pudo comenzar con diferencias en el inicio del segundo parcial aguantando mucho con esa diferencia y estando cerca de poder encontrarse con ese importante doble quiebre. Aun así, en el octavo juego Konjuh puso el iguales para concretar el 4-4. Sin embargo, la diferencia creció para la reciente Top-100 y se puso con 5-4 a servir por el segundo, pero cuando tuvo esa oportunidad, una doble falta impidió que el camino se labrara.
Konjuh vuelve a sonreír
Por tanto, nuevamente iban a llegar a la muerte súbita con Ana bastante más suelta que a lo largo de la manga. Se situó con 5-2 rompiendo ese juego final, pero dos dobles faltas iban a meter de nuevo a Osorio en el duelo sin pegar un pelotazo. Aun así, al resto, pudo soltarse más para crear la bola de partido y cerrar a la primera opción que dispuso. Con una sonrisa celebró el pase a un lugar donde hace cuatro años no pisaba. En Auckland 2017 iba a ser la última vez que jugaría su última final WTA.