El tenista español superó a Michael Mmoh para plantarse en la tercera ronda del torneo (6-1, 6-4, 6-2). Nadal jugó mucho mejor que en la primera jornada y estuvo más acertado con su drive. El próximo rival será Cameron Norrie.
Rafa Nadal llegaba con alguna que otra incógnita al primer Grand Slam de la temporada. El balear no pudo disputar ningún partido en la ATP Cup por molestias físicas. Más tarde y en la rueda previa al torneo reconoció que tenía problemas en su espalda que le limitaban el movimiento a la hora de sacar. En el debut no tuvo muchos problemas parar superar por la vía rápida a Djere.
Triunfo para coger confianza
En segunda ronda llegaba el turno de Mmoh, un joven estadounidense que es un habitual del circuito Challenger. Por la lluvia se techo la pista. En principio era algo que podía perjudicar a Rafa pero nada de eso. La pista estaba más lenta que el primer día. Nadal empezó arrasando. Mmoh estaba algo nervioso y cometía más fallos quizás de lo esperado. Rafa muy inteligente cargaba su juego sobre el revés del estadounidense que veía como a los pocos minutos de comenzar se le había escapado el primer set por un claro 6-1.
Mmoh comenzó llevando la iniciativa en el servicio pero poco le duró. Hasta el 2-2 aguantó, pero luego el drive de Rafa volvió a funcionar a la perfección, sobre todo en el cruzado. Nadal consiguió un break que le dejaba ya cerca de ganar la segunda manga y dejar encarrilado el encuentro. Justo cuando Rafa sacaba para ganar el set llegó el incidente. Una mujer del público hizo peinetas a Rafa y al final fue siendo expulsada del estadio. Esto no desconcentró a Rafa que se llevaba la segunda manga con solvencia.
El partido daba la sensación de estar controlado por el español. Además otra vez en el quinto juego llegó otro break. Nadal confirmaba la rotura y se quedaba a dos juegos del triunfo. Una nueva rotura le dejaba ya con casi todos los deberes hechos, solo falta el último juego. Sin problemas certificó el triunfo y está en la tercera ronda.