El británico ha caído en la segunda ronda frente a Taro Daniel. Murray no pudo ante la solidez desde el fondo de la pista del japonés y por un triple 6-4 ha dicho adiós al primer Major de la temporada. El japonés se medirá en la siguiente ronda ante Johnson o Sinner.
Andy Murray había vuelto a ganar un partido en Australia cinco años después. El escocés había superado en cinco mangas a Basilashvili para deleite de los aficionados. En segunda ronda se medía a un rival complicado como Taro Daniel, que tiene un tenis sólido desde el fondo de la pista. El japonés venía de pasar la fase previa y de ganar también al chileno Barrios en primera ronda del cuadro final. Ni un solo set se había dejado en los cuatro partidos, por lo que llegaba con mucha confianza.
Taro Daniel da la sorpresa
Daniel salió muy acertado y sólido del fondo de la pista. Desde el inicio dejó claro a Murray que iba a tener que librar una dura batalla si quería ganar. En el tercer juego, el japonés consiguió un break que confirmaba con su servicio poniendo el 3-1. Andy pudo reaccionar y tres juegos consecutivos ponían el 3-3 en el marcador. En cambio Taro Daniel volvía a responder y se marchaba en el marcador hasta el 5-3. El asiático ya no tuvo problemas para llevarse la primera manga y Murray empezaba a estar contra las cuerdas.
Empezó con problemas Taro Daniel en su primer turno de servicio, pero tras salvar cuatro bolas de break se llevaba el juego y ponía las tablas en el marcador. Acto seguido consiguió una rotura y tras confirmarla se marcha hasta el 3-1. Andy Murray cada vez tenía más problemas para jugar desde el fondo de la pista ante un jugador que estaba leyendo muy bien su tenis. La segunda manga también fue 6-4 para el asiático y pocos podían esperar una remontada de Andy jugando a este nivel frente a un rival que era un muro desde la línea de fondo.
El público animaba al británico y éste respondió con un break para ponerse 2-0 arriba. En cambio Taro Daniel respondió de la mejor manera con un contrabreak para poner las tablas con el 2-2 y sufría mucho para llevarse sus servicios. El momento clave llegó en el noveno juego y es que el japonés quebró y sacaba para llevarse el partido. Con el 40-15 llegó la primera bola de partido y tras una gran volea de revés levantaba los brazos al conseguir su mejor victoria como profesional.