El tenista suizo marcó su retorno a la actividad con un trabajado triunfo ante el inglés Daniel Evans (7-6(8), 3-6, 7-5) en su duelo por la segunda ronda del ATP 250 de Doha. Roger buscará un lugar en los cuartos de final ante el georgiano Nikoloz Basilashvili.
Más de 400 días tuvieron que pasar para que Roger Federer salte nuevamente a la pista a competir de manera oficial. El suizo, que tuviera su última aparición en el Australian Open 2020 (cayó en semifinales ante Djokovic), decidió volver a jugar luego de un año en el que tuvo que pasar varias veces por el quirófano para tratar una lesión en su rodilla derecha. El helvético regresaba a Qatar por primera vez luego de nueve años, en un lugar donde compitió seis veces entre 2003 y 2012, consiguiendo tres títulos allí (2005, 2006 y 2011).
Por su parte, Daniel Evans, que empezó la temporada jugando a un buen nivel en Australia, más allá de una temprana eliminación en el primer Grand Slam del año, había debutado en Doha superando a Jeremy Chardy en tres mangas. Entre el británico y el suizo, había tres enfrentamientos previos, con todas victorias de Federer.
El regreso más esperado
El partido comenzó como era de esperar, con el saque de ambos teniendo una gran predominancia en el desarrollo de los juegos. Federer inició con algunos errores lógicos por la falta de ritmo, pero con una movilidad cercana a la habitual, mientras que Evans empezó muy concentrado en su estrategia, buscando jugar puntos cortos al saque, y poner a defender al suizo. Recién en el noveno juego llegaría la primera chance de quiebre del partido, en favor del de Birmingham, pero no pudo concretarla. Con esa paridad instalada, sería inevitable el tiebreak. Allí en la definición, luego de muchas idas y vueltas, Federer fue quien prevaleció para llevarse la primera manga.
La tónica de los puntos no variaría demasiado, con pocos rallies extensos y muchas definiciones rápidas. Esta vez fue Evans quien sí consiguió quebrar desde el comienzo de la manga, para ya sacar una ventaja importante. Más allá de que Federer no bajó su nivel, no pudo recuperar ese break a pesar de tener algunas oportunidades, y con ello, el segundo parcial cayó en manos del inglés.
Los primeros juegos del tercer set tendrían a un Roger jugando con muchos segundos saques, por lo que el británico se animó a arriesgar un poco más, aunque sin poder capitalizar quiebres. Las primeras chances para Evans llegaron en el séptimo game, pero el astro de Basilea supo salvarse a pesar de sus problemas con ese primer servicio irregular. Luego de algunos juegos luchados, el suizo llegó a tener un match point en el 5-4, pero Evans logró evitar la caída con algunos puntos de increíble resolución. Finalmente, Federer cerró el partido con un 7-5 definitorio, después de más de dos horas de juego.