Nuria Párrizas accedió a la última ronda de la fase previa de Roland Garros. Remontó por 4-6, 6-4, 6-2 para tener que medirse a Ekaterine Gorgodze por un puesto en el cuadro final.
En segunda ronda de la fase de clasificación se iban a ver en el primer turno de la jornada la transalpina y la española. Párrizas venía de dar un buen paso superando de manera contundente su primer compromiso cediendo únicamente dos juegos. Se esperaba un partido duro entre dos tenistas que suelen competir desde el fondo de la cancha. La transalpina optó en momentos con la maestra jugada de la dejada que le salió muy bien además de los cambios de ritmo o la efectividad de su derecha liftada a la hora de buscar ángulos. La granadina, por su parte quiso meterse en pista para poder dominar con su derecha y durante esa primera manga se palparon puntos de intercambios largos.
Ambas conocían lo que era romper el saque de la rival en una ocasión pero cuando llegó el momento importante, la experimentada Errani supo estar mejor metida en cancha y jugando profundo encontró la manera de poder ponerse por delante con un 6-4 en 53 minutos. Los próximos instantes del partido iban a ser dominadas por la tenista que se encontraba al resto. Se rompieron en los cuatro primeros juegos en todo momento hasta que Párrizas fue capaz de confirmar la rotura.
Llegó hasta el 5-4 y valiéndose de buenos primeros y un juego donde bien metida en cancha era capaz de dominar con su golpe de derecha puso el 6-4 para ser atendida por la fisio por molestias en su rodilla izquierda. Tras el masaje, la española entró mucho más enchufada en ese inicio de tercer set que le llevó a gozar de dos quiebres consecutivos. Errani había caído un poco en intensidad y también cometió algunos errores que fueron provocados a su vez en varias ocasiones por Nuria.
Pese a que la italiana rompiera en una ocasión y lo confirmara. Párrizas sacó un juego muy importante que le hizo respirar ya que sino la italiana la empataba. Estaba dominando la mayoría de los puntos ofreciendo una marcha más en sus golpes y sabiendo desbordar a una Errani que no encontraba oposición. Quebrando nuevamente a la que fuera finalista en este torneo, la española con 5-2 se puso a servir para ganar el duelo. Mostrando una gran entereza y saber estar, certificó el pase a la última ronda de esta fase de clasificación.