Gran inicio de la granadina en el Grand Slam de la tierra batida. Párrizas se mostró muy sólida en el debut del torneo para superar a una rival que no pudo ante la solidez de la española (6-2, 6-1). En la siguiente ronda espera Errani o Vickery.
Nuria Párrizas ha conseguido dar un salto de calidad esta temporada. A pesar de esta rozando la treintena pasa por su mejor momento como profesional. Grandes actuaciones le han hecho llegar a sumar su primera victoria en un cuadro final de la WTA. Es en la tierra batida en la superficie que mejor rinde su tenis y llegaba a Roland Garros con mucha ambición. El debut en la qualy la emparejó contra Laura Iona Paar.
Nuria Párrizas empieza ganando
La española comenzó algo nerviosa pero rápidamente pudo abrir brecha en el marcador. Su solidez desde el fondo de la pista estaba desesperando a su rival que no encontraba la manera de ganar puntos fáciles. Paar tenía que buscar tiros a las líneas y al final acaba cometiendo numerosos errores no forzados y Párrizas empezaba a escaparse en el marcador. Tal fue la diferencia en la primera manga que el marcador acabó con un claro 6-2 para Nuria que empezaba a encarrilar el duelo.
Párrizas no pudo quebrar en el primer juego del segundo parcial y su contrincante se ponía por delante en el marcador, 1-0. No hubo mucha más historia y es que la granadina desde entonces dio un monólogo sobre la pista. Esto se reflejó en el marcador y es que tras tres breaks consecutivos sentenció su primer compromiso en Roland Garros por la vía rápida, cediendo solamente tres juegos. En la siguiente ronda espera la estadounidense Vickery o la experimentada italiana Sara Errani en un duelo que será bastante más complicado que este primero a priori.