Curiosidades

El estilo de juego sobre hierba en el tenis

El estilo de juego sobre hierba
Feliciano López voleando | Foto: atptour.com

La gira de hierba es breve pero muy intensa. El circuito masculino y femenino pega un cambio radical de la tierra batida al césped. El estilo de juego en todas las superficies es diferente. ¿Afecta tanto al rendimiento de los tenistas el cambio de superficie? Os presentamos un pequeño análisis de los factores más influyentes.

Más velocidad

La primera característica de esta superficie es que es muchísimo más rápida. El bote de la pelota es totalmente opuesto al de la tierra batida, que se ralentiza. En esta superficie el bote hace que la bola salga despedida con mayor velocidad y menor altura, lo que complica golpes tan fundamentales como puede ser el resto. Una gran ventaja para los grandes sacadores del circuito que suelen obtener muchos aces en esta superficie.

Resbaladiza

Otra característica muy importante es la poca adherencia que tiene la superficie. Es un factor que complica mucho los cambios de ritmo ya que provoca muchos resbalones y la dificultad de los golpes en carrera. Esto favorece a los tenistas más técnicos y a los que buscan estar siempre bien posicionados ya que su nivel de colocación para el golpeo de la pelota siempre será mejor.

El saque

El golpe más importante de esta superficie. La velocidad a la que sale despedida del suelo, acompañada de la irregularidad de los botes hace que sea muy complicado restar un buen saque. Es por ello que es la superficie en la que más saques directos nos ofrece, y en su defecto, si no se consigue el punto directo, permite al sacador dominar el punto con mayor comodidad, teniendo al rival siempre a contracorriente.

Juego directo

Uno de los puntos más vistos en esta superficie es el saque y volea. La búsqueda de puntos rápidos es un recurso fundamental para evitar al máximo el contacto con la superficie. Es por eso que los mejores sacadores y voleadores aparecen en Wimbledon, que es donde mejor pueden desarrollar este juego. Toda persona que haya visto algo de tenis en los últimos años, tiene en la retina las mágicas voleas de revés que nos han dejado para la historia las ya leyendas de este deporte, Roger Federer o Novak Djokovic.

Bote bajo 

El bote bajo obliga a jugar más flexionados a los jugadores, lo que suele ser un quebradero de cabeza para muchos tenistas que les obliga a cambiar drásticamente su estilo de juego. Es por eso, que los golpes cortados son un recurso muy útil para poder poner en juego bolas imposibles, ya que es un golpe con movimiento de raqueta de arriba abajo que castiga menos la posición del cuerpo y es una gran garantía de poner la bola dentro de la pista del rival.

La épica con final

Puede parecer que los aces, los puntos rápidos de saque y volea y los rallies más ofensivos quitaban posibilidades de ver partidos largos y épicos. Rápidamente se vienen a la cabeza tres ejemplos rápidos y recientes. El primero es el partido entre Mahut e Isner que duro la friolera de ¡11 horas! con un último set que termino 70-68 para el americano. El segundo son las semifinales de 2018, con Isner de nuevo como protagonista aunque esta vez perdió 26-24 en el quinto set contra Kevin Anderson.

La otra semifinal fue nada más y nada menos que Rafa-Nole, con victoria para el serbio por 10-8 en el quinto set. Y por último la final de Nadal-Federer de 2008, quizás el mejor partido de tenis de la historia. Con puntos espeluznantes y un final en la noche de Londres entre una de las mayores rivalidades que ha conocido el deporte y  que ya es parte de la historia.

Al final Wimbledon muy tradicional con sus costumbres ha implementado un cambio. Cuando se llegue a 12-12 en el quinto set habrá un tie break que decida al ganador del partido. De esta manera podremos seguir viendo largos encuentros, pero sabremos cuando acaban algo que quizás le quite algo de magia a un Grand Slam.

 

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