Nadie nació siendo grande, y todos aquellos que han llegado a la cima, lo han logrado con base en el esfuerzo y el aprendizaje que victoria tras victoria y derrota tras derrota. Daniil Medvedev ganó muchísimo tras la derrota ante Nadal en la épica final del US Open.
Hay derrotas que marcan para siempre a los jugadores. Derrotas que pesan y que marcan un descenso irreversible en la carrera de cualquier atleta. Sin embargo, también en la derrotas se crean leyendas. Hay derrotas que dibujan un camino diferente en la historia de quien pierde. Derrotas que marcan un antes y un después de manera positiva en las carreras de los jugadores.
Tal es el caso del recientemente finalista del US Open, Daniil Medvedev. El ruso de apenas 23 años, tuvo un mes espectacular. De los cuatro torneos en los que jugó de manera ininterrumpida, en los cuatro logró llegar a la final. Perdió en Washington ante Kyrgios, en Montreal contra Nadal, al siguiente domingo ganó el Masters de Cincinnati ante David Goffin y finalmente cayó de nuevo ante Nadal en la lucha por el título del Us Open
Esta última derrota, sin duda marcará un antes y un después en la carrera de Medvedev. Y es que el trayecto siempre es más memorable que la llegada, y el torneo que tuvo Medvedev en Nueva York es digno de destacarse.
El ruso fue ronda por ronda eliminando adversarios en partidos a cuatro sets como mínimo y poco a poco, a pesar de sus comentarios, se fue ganando al público en La Gran Manzana.
Para el partido ante Dimitrov ya llegaba como una realidad, y cono favorito para la final en una llave en la que Federer y Djokovic se despidieron prematuramente.
Un camino hacia el estrellato
La final con Nadal parecía perdida en cierto punto del partido. Con el español break arriba en el tercer ser, Medvedev parecía ser un rival más para Rafa. Sin embargo, una vez más, el ruso demostró porqué es un caso especial.
Como pudo, le cambió el ritmo de juego a Nadal y se fue posicionando cada vez mejor en la cancha, recuperándose de los primeros dos sets perdidos y dándole al público del Artur ashe, un par de horas más de tenis.
Al final, la derrota llegó para Medvedev, pero la garra y el corazón entregado en esa cancha nadie lo va a olvidar. La manera de pelear hasta la última bola y arrebatarle un par de match points al español quedarán grabados en aquellos que atestiguamos está final.
Que a sus 23 años se convirtiera en uno de los rivales más complicados que ha tenido Nadal en una final de Grand Slam, es algo digno de aplaudir y de recordar, pues está derrota nos ha demostrado a muchos, que Daniil Medvedev está para grandes cosas en su carrera que apenas comienza.