La celebración del US Open lo está cambiando todo en el mundo del tenis. Nadie está quedando indiferente en un torneo con bastantes sorpresas, polémica, dudas sobre la celebración del evento y muchísima emoción a nivel deportivo. Y eso, sin más remedio, lo cambia todo de cara a los próximos torneos a celebrarse, que no es otro que Roland Garros. A partir del próximo 27 de septiembre arranca una cita espectacular tanto en el cuadro masculino como en el femenino, y además con un reparto de premios más acorde a los cambios que venían demandando los tenistas. ¿Quiénes se coronarán en Francia?
Esa es la gran incógnita que todo el mundo quiere resolver, sobre todo porque regresa el devorador de Grand Slams en suelo francés que no es otro que Rafa Nadal. El manacorí rechazó participar en la gira por Estados Unidos debido a la gran acumulación de competiciones que ha dejado el calendario. La ATP ha tratado de comprimir todo mucho más, pero a nivel físico las fechas no convencieron al español. No obstante, regresa a tierras galas en busca de su decimotercer título, y podría conseguirlo viendo las consecuencias que puede dejar la comitiva de Nueva York.
El mejor indicativo para comprobar ese vuelco que ha dado el US Open al espectro de favoritos son las apuestas. Djokovic ha perdido terreno con respecto a Nadal en las cuotas de la lista de aspirantes a este tercer gran torneo del año. El hispano es claro favorito y la cuota de “Nole” se ha disparado a más del doble que la de Rafa, bastante cercana a la de otro nombre propio como el de Dominic Thiem que todavía está por confirmar su buen momento de forma en el centro tenístico de la USTA. El austriaco gana ha ido ganando enteros conforme avanzaba de ronda.
Todo ello provocado por ese incidente del balcánico en el partido de octavos frente a Pablo Carreño, en el que envió un pelotazo tan imprudente como no intencionado a una jueza de línea. Tras ser descalificado, se marchó muy enfadado y luego se mostró arrepentido. Una secuencia que hemos visto otras veces en la ATP y que en algunos casos ha afectado psicológicamente a sus protagonistas para los el resto del año. Djokovic ha acusado otros momentos de inestabilidad mental en su carrera deportiva y eso podría hacerle bajar el gran listón que estaba mostrando post confinamiento.
El número uno lo tiene asegurado por lo menos, mientras que el que va a tener presión es Nadal ante el mordisco que le va a meter un Thiem que ya es Top3. Además, con la lesión de Federer lo va a seguir siendo sí o sí de cara a la cita de París. El austriaco ha caído en las dos últimas finales ante el español y tiene muchas ganas de resarcirse. Sus posibilidades se igualan mucho a las de Djokovic en estos instantes. Sorprendente pero cierto.
Otros Top10 como Daniil Medvedev o Alexander Zverev confirmaron su participación también y son los siguientes aspirantes, en una lista en la que se cuela Stefanos Tsitsipas antes que ellos. Los dos primeros todavía tienen que resolver sus encuentros de semifinales en el US Open y apuntan a poder jugar una final que les haría confirmar que de verdad pueden plantar cara a los grandes maestros de la raqueta. De momento son los herederos, ya que tras 16 años, unos cuartos de final se quedaron sin los tres jugadores dominantes del circuito en la última década. Algo está cambiando y Roland Garros lo nota.
El cuadro femenino, sin su campeona
“Ha sido una decisión difícil de tomar, pero lamentablemente no competiré en Europa este año. El Abierto de Francia del año pasado fue el torneo más especial de mi carrera, por lo que no es una decisión que haya tomado a la ligera”. Así se manifestó en sus redes sociales Ashleigh Barty, campeona de la temporada pasada de Roland Garros en el circuito WTA, que no va a poder defender su corona. Y todo tiene que ver con los riesgos de salud que existen y la falta de preparación que siente la jugadora australiana.
Golpe duro para un cuadro que va a liderar por tanto la anterior campeona, la rumana Simona Halep, a pesar de haber renunciado al US Open. Es la favorita en las quinielas, seguida de los dos nombres propios de la última semana en América: Naomi Osaka y Serena Williams. La nipona está dominando sus partidos y a sus rivales con una facilidad pasmosa, mientras que la estadounidense siempre le da emoción a sus choques pero los acaba sacando adelante. Y eso que se ha mostrado bastante crítica con las medidas adoptadas por la organización francesa, sobre todo en lo relativo a la presencia de público.
Garbiñe Muguruza también saca la cabeza entre las aspirantes, aunque su nivel tenístico de las últimas semanas no invite a pensar en ello. Eso sí, con la que van a tener que andarse con mucho ojo es con la bielorrusa Victoria Azarenka. Tras cargarse a varias cabezas de serie en Manhattan y adjudicarse el Masters de Cincinnati, asusta como ha vuelto tras el parón e invita a pensar que irá de tapada. Lo primero es que va a escalar puestos en el ranking del circuito y que la ex número uno del mundo llega como una apisonadora.
Aunque con tardanza, Roland Garros regresa y se convierte en este 2020 tan extraño que estamos viviendo en el tercer Grand Slam a celebrar y con el que volver a disfrutar.