Casper Ruud se quedó con la victoria en un gran partido ante el francés Jo-Wilfried Tsonga (6-7(6), 7-6(4), 6-2, 7-6(0)) en la primera ronda de Roland Garros. Tras esta derrota, el francés se despide del tenis profesional a sus 37 años.
Probablemente el partido más especial del día, y quizás del torneo también. Jo-Wilfried Tsonga salía a disputar el último partido de su extensa carrera en una Philippe Chatrier colmada. El jugador de Le Mans sabe bien lo que es jugar bien en este club, alcanzando las semifinales de Roland Garros en 2013 y en 2015. Por su lado, Casper Ruud llegaba como el gran favorito, dispuesto a pelear por el título, con sus habituales condiciones en tierra batida.
Ruud vence a Tsonga en un partido para el recuerdo
Un comienzo de partido totalmente luchado, con un Ruud concentado en hacer su partido, y con un Tsonga que se sotenía a base de grandes servicios, con un estadio que se venía abajo en apoyo al histórico local. Los juegos iban avanzando, apenas surgiendo una chance de quiebre para el noruego pero sin concreción. La historia desembocaba en un tiebreak, donde Jo-Wilfried dio todo y se lo llevó por 8-6.
El segundo set traería una tendencia similar, con una verdadera batalla. Ruud tomaba la delantera al ponerse 4-3 arriba, pero sorpresivamente, el galo recuperó la rotura inmediatamente, haciendo recordar a sus viejos tiempos con una derecha demoledora. Otra vez no habría desnivel hasta llegar al tiebreak, pero esta vez el que sacó diferencia fue Casper, que igualaba el marcador grande.
El comienzo de la tercera manga sería clave, cuando Tsonga empezó a pasar por algunos problemas con su servicio, que le permitió empezar con break arriba al escandinavo. Ruud ya tomaba mayor confianza en su juego, aprovechando el pasaje más errático del francés. Tsonga tuvo una oportunidad de achicar la diferencia, pero no lo consiguió, y con ello, el noruego se escapó en lo numérico. Ruud se quedaría con la manga por 6-2.
Para mejorar el espectáculo, Tsonga pudo retomar el nivel de las dos primeras mangas, para dar batalla en un partido por última vez. Lógicamente Ruud tampoco bajaba el nivel, pero no lograba resolver las complicaciones que le generaban el saque y la derecha del galo. Momento muy especial cuando Jo logró quebrar para ponerse 6-5, haciendo estallar a la Chatrier. Sin embargo, en la última derecha que confirmó el break, el francés sintió un dolor muy fuerte en el hombro derecho. A partir de ahí hubo imágenes bastante dolorosas, con un Tsonga que no podía sacar o pegar su derecha con fuerza. Ruud recuperó el quiebre llevando las cosas a un tiebreak. Y en ese desempate, más que haber lucha tenística, hubo mucha emoción entendiendo que eran los últimos puntos de su carrera. Ruud consiguió avanzar a segunda ronda, mostrando respeto absoluto por la leyenda que se estaba retirando.