El tenista griego analizó un 2024 extremadamente irregular y en el que puso fin a una racha de cinco presencias consecutivas en el top10 y en una Copa de Maestros.
Tsitsipas analiza su ausencia en las Nitto ATP Finals
Este 2024 que toca a su fin ha resultado ser bastante turbulento para Stefanos Tsitsipas, al menos a nivel profesional. El tenista griego, uno de los rostros más habituales del circuito en el último lustro, ha terminado esta temporada perdiendo su sitio dentro de los diez mejores del mundo (actualmente es el número once) y, con ello, una racha de cinco años seguidos disputando el último torneo de la temporada, las Nitto ATP Finals, donde fue campeón en su debut, 2019.
De nada han servido sus habituales escaramuzas en tierra batida, con su tercer título en Montecarlo como principal ‘highlight‘ de la temporada. Su inconsistencia fuera de la arcilla y el pobre rendimiento que sigue mostrando en hierba provocaron también la ruptura con su padre, Apostolos, como entrenador, contratando como sustituto al entonces capitán de Copa Davis griego, Dimitris Chatzinikolau, con el que continuará también para el inicio de 2025.
En un post de su cuenta oficial de Instagram titulado ‘Aprendizajes‘, el tenista heleno valoró con su particular estilo filosófico todo lo que ha dado de sí este difícil año, admitiendo que quedarse fuera de las ATP Finals ha sido una cura de humildad necesaria para afrontar con más ganas sus próximos retos.
Por primera vez fuera de unas Nitto ATP Finals en seis años
«No llegar este año a las ATP Finals fue una cura de humildad, enseñándome el valor de la resiliencia y la perspectiva. Me esforcé, pero he aprendido que la perfección no existe y eso está bien. A pesar de desearlo, no llega sólo con pensarlo. La diferencia real descansa en la ejecución y el esfuerzo constante«.
Cambiar para mejorar
«Cambiar no es necesariamente malo. Es un proceso que requiere paciencia y compromiso. Incluso si los resultados no aparecen rápido. Confío en que esos cambios me lleven a donde quiero«.
