Sloane Stephens, sexta sembrada del certamen, avanzó después que su rival, la rusa Anna Kalinskaya se retiró por lesión en la espalda, cuando el partido estaba un set por lado.
El triunfo además le permite a Stephens poner su récord contra Kalinskaya en 1-1, ya que la rusa le había ganado en la primera ronda del Abierto de Estados Unidos 2019.
Su primera final desde 2018
Es la primera final del año para Sloane, quien no llegaba a la instancia decisiva desde las WTA Finals de 2018. La norteamericana va por su séptima corona en el circuito, siendo la más reciente en 2018, cuando levantó el trofeo del WTA 1000 de Miami. Esto nos contó sobre la emoción de volver a una final: “Me siento muy bien, muy feliz de estar en otra final, obviamente feliz de comenzar bien el año y, sí, obviamente 2018 fue hace mucho tiempo, pero siento que han pasado muchas cosas desde entonces, así que estoy muy feliz de estar en otra final e intentaré jugar lo mejor posible”.
El retiro por lesión de Kalinskaya y cómo mantenerse enfocada
La joven rusa No 86 del ranking WTA inició muy sólida el encuentro con ventaja de haber ganado el primer parcial 6-3 y doble quiebre en el segundo. Le estaba haciendo mucho daño Stephens con el revés cruzado, pero Anna sintió molestias en la espalda que fueron mermando su tenis, tanto en el servicio como la fuerza y precisión de sus golpes.
Sloane siempre se mantuvo con esperanzas en el encuentro y esto nos contó al respecto: “[Ella] estaba lesionada, algo andaba mal con ella y obviamente no estoy segura de qué fue exactamente, pero no, solo traté de jugar mi mejor tenis y traté de mantenerme concentrada en mi lado de la cancha. Obviamente, cuando juegas contra alguien que está lesionado, puede distraerte mucho, por lo que no quieres mirar demasiado, puedes perder fácilmente la concentración”.
A pesar de esta en desventaja siempre se mantuvo con esperanza de competir y encontrar una salida en este complicado partido, se le vio incómoda en lapsos del encuentro y buscar apoyo en su coach, esto habló la estadounidense: “Solo traté de competir intensamente, obviamente en una semifinal cualquier cosa puede pasar, así que solo traté de asegurarme de permanecer en el partido y hacer que ella jugara tantas bolas como fuera posible. No jugué mi mejor tenis hoy, pero sentí que si me quedaba y competía por cada punto podría revertir el marcador”.
Su gusto por jugar en México
Para Stephens es su noveno torneo en suelo azteca, donde ya antes salió campeona del extinto WTA Acapulco en su edición 2016 ante Dominka Cibulkova. Nos cuenta porqué le gusta jugar en el país vecino de Estados Unidos: “Siempre es muy agradable y cerca de casa, y la hospitalidad es excelente, los hoteles siempre son muy agradables y todos los que albergan torneos en México son personas muy agradables, muy amables, por lo que siempre hay una buena atmósfera en el evento. Siempre es un gran ambiente para venir y jugar. Los fans siempre aparecen, no importa si es una sesión de noche o de día”.