Naomi Osaka derrota con muy buen nivel a Anett Kontaveit (6-3, 6-4) y disputará los cuartos de final en Flushing Meadows. La nipona se medirá el martes a Shelby Rogers, y se le queda un cuadro plácido para llegar a la final.
Naomi Osaka y Anett Kontaveit llegaban lanzadas a los octavos de final del US Open. La nipona había ganado siempre a la estonia, y, después de un duro examen superado ante Marta Kostyuk en la tercera ronda, llegaba al partido del domingo con ganas (y favoritismo) de meterse en los cuartos. Enfrente, una consistente Kontaveit, ya cuartofinalista este año en Australia, que venía de ganar ante Collins, Juvan y Linette, cediendo sólo un set por el camino.
Naomi, más y mejor
El primer set comenzaba con Naomi Osaka imponiendo. La nipona rompía de inicio para colocar el 2-0. La ventaja se mantendría durante gran parte del set (algo poco habitual en el tenis femenino), hasta que Osaka la aumentaría, para romper en el último juego, y llevarse el primer set por 6-3.
En el segundo set, se mantuvo en todo momento una igualdad absoluta, hasta que cuando Kontaveit sacaba con 4-5, rompió Osaka para decidir el partido, y llevarse la segunda manga por 6-4.
¿Qué le queda a Osaka en este US Open?
Pues la respuesta es sencilla: un cuadro envidiable. La de Osaka se enfrentará en cuartos de final a Shelby Rogers, que viene de ganar in-extremis a Kvitova, salvando varias bolas de partido. En semis, esperan Yulia Putintseva o Jennifer Brady, que no deberían dar más problemas que los pocos que ha dado hoy Kontaveit.
En la final, destacan tres nombres sobre el resto: Sofia Kenin, Serena Williams y Victoria Azarenka. Parecen las únicas tres capaces de meterse en la final de este US Open, que sí será bastante más complicada para Osaka que el resto de rondas. Aún así, las cosas están más favorables que nunca para que Naomi gane su tercer Grand Slam.