Tras su enésima sesión de fotos posando con su 13ª Copa de los Mosqueteros, el manacorí atendió en exclusiva y por videoconferencia a la web oficial de la ATP donde habló, entre otras cosas, de lo que significa un nuevo título en Roland Garros, el empate con Federer en número de Grand Slams y la táctica que usó para anular a Djokovic en la final.
Tras conquistar su decimotercera Copa de los Mosqueteros y haber posado con ella en la terraza de su hotel, Rafa Nadal reflexionó acerca de este nuevo hito logrado, que le posibilita empatar con Roger Federer a 20 Grand Slams como el jugador con más títulos de esta categoría en toda la historia de la Era Open. El balear no cree que haya dado un golpe encima de la mesa, pese a ganar nuevamente en París en las peores condiciones posibles para su juego. Con su humildad natural, Nadal sostiene que simplemente jugó el mejor de sus partidos cuando tocaba, en la gran final, y que lo normal es no ganar cada año.
Respecto a los 20 grandes de Federer, el balear señaló que es un gran honor haberle alcanzado pero que sólo cuando acaben sus respectivas carreras, será el momento de analizar quién es el mejor de los dos. Por último, sobre su secreto para seguir siendo igual de competitivo durante 15 años, el número dos del mundo lo resumió en una palabra: pasión, pasión por lo que uno hace.
¿Golpe encima de la mesa?
«No soy mucho de dar golpes encima de la mesa. He jugado un torneo muy bueno dadas las condiciones, dando pasos adelante cada día. He jugado el partido perfecto cuando me tocaba hacerlo en la final. Simplemente, cada día he jugado lo suficientemente bien para ir ganando los partidos».
Lo normal no es ganar
«Cada año que vengo a París no pienso que voy a ganar. Llego con la ilusión de hacerlo, pero sabiendo que lo lógico es no conseguirlo. Lo normal es no ganar, y yo eso siempre lo tengo muy presente. Como dije desde el primer día, este año era el Roland Garros más adverso que he jugado, primero por todas las condiciones y segundo porque mi preparación había sido prácticamente nula a nivel de torneos».
Roma 2019, la referencia para anular a Djokovic
«Mi ultimo partido en tierra con él había sido en Roma el año pasado. Allí venía de una época mala y jugué muy bien. Lo tomé un poco como referencia. Salimos con una idea más o menos clara de lo que queríamos hacer. Y luego vino la parte más complicada: ponerlo en práctica. Por suerte, ayer fue uno de esos días en los que pude hacerlo. Mi sensación tenística era realmente buena y todo salió a la perfección«.
La Philippe Chatrier, su pista talismán
«En Roma he ganado nueve veces, el escenario también es muy favorable. La Chatrier es una pista muy difícil, muy grande. Tiene unas dimensiones enormes. Sin embargo, hay una cosa intangible: cuando uno ha jugado muy bien muchas veces en un lugar, es más fácil volver a hacerlo. Hay un extra de fe en sí mismo, y eso influye de manera decisiva».
Un triunfo tras meses complicados
«A nivel social, hemos estado conviviendo con problemas continuados. A nivel personal, es una realidad que después del confinamiento he pasado un tiempo malo, mi cuerpo no ha respondido de la mejor manera posible. He pasado muchos días pudiendo entrenar muy poco, con sensaciones corporales desagradables. Todo eso, unido a entrenar sin unos objetivos claros, hace que el problema se agrave».
Superar esos momentos gracias a su entorno
«He tenido las personas adecuadas al lado. Me han apretado cuando tocaba y me han dado libertad para disfrutar de otras cosas cuando realmente lo necesitaba. Hemos tenido que tomar decisiones difíciles, como no ir a Nueva York. Todo está bien o mal en función del resultado final. Ahora mismo parece que ha sido un acierto porque he ganado Roland Garros, si hubiera perdido quizás no habría estado tan bien. Es la realidad del deporte, un mundo totalmente resultadista. Las decisiones se han tomado de manera consensuada, analizando todo. Más allá del resultado, personalmente estoy satisfecho con los pasos que hemos dado».
Actitud adecuada pese a la grave situación actual
«He estado más apagado de lo habitual, pero es una tónica general de todo el mundo. Estamos en una situación triste. No puedes compartir los momentos con las personas que te gustaría. Es todo más desagradable y uno no puede abstraerse de las cosas que van ocurriendo en el mundo, también sabiendo que En España volvemos a estar en una situación complicada. Y es lógico que uno sufra por lo que está ocurriendo. Ha habido otras pandemias en el pasado, pero en la historia reciente no habíamos vivido ninguna. Aún así, he estado concentrado y con una actitud adecuada cuando lo necesitaba. Es de lo que estoy más satisfecho en todo el torneo».
La burbuja de París
«Personalmente, me cuesta más que a ellos. Soy una persona a la que le gusta más estar con gente. De siempre, Carlos (Moyá) tiene una capacidad de apañarse mejor que yo en solitario, igual que Rafa (Maymó). A mí me cuesta un poco más. Se me han hecho los días más largos que a ellos, pero hemos recuperado cosas que teníamos olvidadas. Hacía tres años que no cogía el mando de la PlayStation y hemos jugado mucho entre nosotros. También he estado leyendo todas las noticias de actualidad. Y viendo alguna serie para matar el tiempo muerto».
Mejor ambiente que en Roma
«Aquí al menos ha habido ambiente, en comparación con Roma. Ayer había gente en las primeras finales. En mi box estaba mi familia y el equipo. Eso cambia un poco la perspectiva de todo. En Roma estaba toda la pista vacía, una sensación mucho más complicada».
Los 20 grandes
«No sé lo que ha supuesto porque no he tenido la oportunidad de mirar prácticamente nada. A nivel deportivo, es evidente que he conseguido algo importante: ganar uno de los torneos más importantes del mundo 13 veces y empatar a 20 con Federer. Llevamos tiempo hablando mucho de esto, vosotros los periodistas especialmente. He logrado igualar un récord que parecía imposible».
¿Es ya el mejor de la historia?
«Las cifras deben analizarlas las personas que conozcan bien la historia de tenis. Sinceramente, tampoco me importa mucho. Estoy feliz con mi carrera. A día de hoy, está claro que estoy entre los dos. Ya veremos qué pasa en los siguientes años: qué hace Djokovic, qué hace Federer cuando vuelva y qué sigo haciendo yo. Si todo va bien, tendremos tiempo de analizarlo cuando acaben nuestras carreras«.
La felicitación de Federer
«Tanto Federer como yo tenemos una relación muy buena desde hace muchos años. Nos tenemos un gran aprecio. Hemos compartido muchos de los momentos más importantes de nuestras carreras compitiendo el uno contra el otro hasta crear una rivalidad que ha ido más allá del tenis. Lo valoramos y lo apreciamos de una forma especial. Empatar con él a 20 significa mucho, un buen honor. Es algo bonito«.
La amistad por encima de la rivalidad
«Es como siempre, hay que relativizar un poco todo. Estamos jugando al tenis, nada más. La vida es más agradable teniendo una buena relación con tus rivales. Ir por el vestuario en un ambiente positivo, hablando con uno y con otro, te hace la vida más amena en los torneos que si estás con rivalidades extremas».
Futuros retos
«Trato de seguir disfrutando del día a día. Al final, soy una persona afortunada. La vida me ha sonreído hasta hoy. No sé qué me queda por ganar, pero la ilusión es seguir hacia delante. Si no tienes esa ilusión es momento de dedicarte a otra cosa. Mientras yo la mantenga, me toca seguir esforzándome cada día para seguir generándome opciones de competir al nivel más alto».
La pasión, clave para alargar su carrera al máximo
«Como todos, he tenido momentos mejores y otros peores, de ilusión y de desilusión, sobre todo cuando ha habido más problemas físicos de la cuenta. He tenido la suerte de tener un entorno fantástico a mi lado, una familia y un equipo que me han acompañado durante toda mi carrera. Tengo una personalidad estable, ni estoy muy sobreexcitado cuando las cosas van muy bien ni excesivamente negativo cuando van mal. Eso me ayuda a vivir las cosas con tranquilidad para seguir adelante. Al final, todo resume a algo más simple: la pasión por lo que uno nace«.
Ganas de desconectar
«Quiero recuperar un poco la vida normal. Volver a casa y tener sensación de libertad: ir a jugar a golf, pasarme por la academia… Hacer una vida un poco más normal que la de estos 20 días y ver a la gente que no he podido durante todo este tiempo».
Próximos compromisos
«Hoy más que nunca, las decisiones hay que tomarlas con calma, analizando bien todas las situaciones. Necesito un poco de tiempo para saber cuál va a ser mi calendario».
