Rafael Nadal alzó su decimotercer Roland Garros al poder derrotar a Novak Djokovic por 6-0, 6-2, 7-5 en dos horas y 44 minutos de juego. Además, fue su victoria No.100 en el Grand Slam parisino.
La historia del tenis volvía a ponerse en juego, dentro de un año atípico 2020. La mayoría, con la mentalidad de que ningún torneo se iba a celebrar tras el parón, dos de los mejores tenistas que ha dado jamás el mundo de la raqueta, se citaban por el trofeo de los mosqueteros. Al igual que durante las dos semanas de celebración, la meteorología quiso poner su granito de arena testando a la lluvia para que por primera vez en la historia, una final de Roland Garros, se disputara sobre techo retráctil.
Entre las 1000 personas asistentes, alzaron las espadas para arrancar la lucha. Impregnados entre pensamientos de un pasado no muy lejano y con el futuro tan cercano, quién comenzó apretando fue el que hasta el momento había sido rey de esta tierra. Con una motivación extra ante el jugador que más le ha costado ganarle jamás, arrancó de manera sublime. Deslizaba sobre su territorio sin que los seres terrenales captaran su maestría.
Desde todos los lados jugaba con inteligencia ante un oponente que se cegaba en querer dejar distante la partida infernal de los golpes lejanos desde la línea de fondo. Una obra como la dejada que le acompaña en su extenso repertorio, fue sacada, y por momentos abusada por el recorrido que cogió el envite. Fueron tres las roturas de servicio por parte de la segunda raqueta del mundo que las mantuvo con solidez pese a encontrarse en apuros por varios momentos. Tres bolas de break creadas, tres bolas de break solventadas.
Además de lo acarreaba este choque de cara a la historia, entraba directamente en las memorias del torneo ya que por quinta vez en el torneo, se presenciaba un 6-0 en el primer parcial de una final. Henri Cochet fue el primero en lograrlo en 1932 ante Giorgio De Stefani. Le siguió en 1936, Gottfired Von Cramm sobre Fred Perry, para que en 1977 fuese Guillermo Vilas quién se lo endosara a Brian Gottfried. En 2004, se repitió el instante con Guillermo Coria sobre Gastón Gaudio, pero ocurrió que por primera vez, el tenista que había recibido ese abultado resultado en el primer set, salió campeón del torneo.
Cerca de la hora tuvo que esperar el No.1 del mundo para que su primer juego fructiferara. Se estaba topando ante un auténtico viento huracanado al otro lado de la cancha, y sin ninguna táctica clara para poder desbordar al mallorquín, tampoco estuvo fino a la hora de ejecutar su primer golpe, uno de los factores claves que le ayudó durante las dos semanas de competición. En hora y 34 minutos, Rafael Nadal se encontraba con los primeros sets dominados.
Queriendo jugar algo más agresivo, incentivó su postura el tenista de Belgrado. Aguanto durante los primeros 20 minutos, teniendo cerca una bola de break, pero en aquellos instantes, no encontraba ese punto definitivo para que mentalmente fuera capaz de sentirse más grande. Se estaba encontrando a un rival infranqueable sobre la Philippe Chatrier y el quiebre volvió a ser realidad de cara para Rafa Nadal. Aun así, sin querer decir aún su última palabra sobre esta edición del torneo, tras más de dos horas, logró por fin quebrar el servicio de su oponente con el que con un sonoro grito y alzando sus brazos buscó el apoyo del respetable.
Get on your feet!@DjokerNole converts his first break point of the match to pull back on serve for 3-3.#RolandGarros pic.twitter.com/LC4yDoguLo
— Roland-Garros (@rolandgarros) October 11, 2020
El resurgir del serbio trajo otra identidad. Un rostro más señalado de cara a su postura. Con su gen competitivo, fue celebrando puntos, y el nivel del encuentro ascendió con la definición de puntos de inmensa calidad. Evitó que en el décimo juego del parcial el español sirviera por su Roland Garros No.13 levantando una bola de break. Sin embargo, en el 5-5. Una doble falta, en ese mismo momento de apuro, le dio al mallorquín la oportunidad de que fuera él, con su primero golpe quién tuviera la opción de poder dictar sentencia.
A la primera bola de partido logró alcanzar los 20 Grand Slam igualando a Roger Federer en la cantidad de máximos torneos de esta entidad ganados jamás.
