El ex jugador aussie es una leyenda del tenis nacional que coincidió con la edad de oro del tenis en Australia. Sin duda que es una estrella casi en el anonimato de Australia y por eso vamos a descubrir su historia. La Copa Hopman llevaba ese nombre por sus hazañas.
¿Cuál es la historia de Harry Hopman?
Harry Hopman, quizás este nombre no le suene incluso siendo un buen seguidor del tenis, y es que no destacó tanto por su carrera tenística como por la de entrenador. Este australiano jamás ganó como jugador un Grand Slam aunque eso sí, alcanzó hasta 3 finales del Open de Australia en la década de los años 30. Pero donde realmente destacó fue en su etapa de entrenador.
Fue el capitán del equipo de Copa Davis durante nada menos 22 años obteniendo un total de 16 títulos, récord histórico. Pero no se quedó ahí, entreno a jugadores de altísimo nivel, entre los que destacan los australianos Roy Emerson (12 Grand Slams) Rod Laver (11) Frank Sedgman (5) Lew Hoad (4) John Newcombe (5) Ken Rosewall (8) Ashley Cooper (4). Pero también entrenó a otras nacionalidades, como los americanos Gerulaitis (1) o John McEnroe (7) y es que él tenía una capacidad innata para detectar el talento.
Harry decía que la base era tener una gran forma física, ya que el solo los ponía en forma para que después ellos pudieran ser campeones. Los machacaba a canguros, correr y todo ejercicio que pudiera mejorar sus reflejos buscando convertirlos en auténticos atletas y haciendo del entrenamiento un trabajo más parecido al de un militar que iba a la guerra que el de un tenista.
Un entrenamiento de otra época
El australiano era además un hombre escrupuloso en cuanto a horarios, comidas e incluso entrevistas ya que no permitía a sus jugadores hacer entrevistas sin su presencia. Consideraba que eran jóvenes recién salidos de sus casas y que podían cometer cualquier locura, por lo que necesitaban una cierta disciplina.
Con esto es fácil que nos venga a la memoria las palabras de Toni Nadal, entrenador de Rafa durante muchos años que vino a decir que los jugadores de hoy en día lo tenían todo muy fácil y no sabían sufrir. Resulta muy interesante ver como coinciden en estilo de trabajo y pensamiento 2 entrenadores tan experimentados y laureados como ellos, pero con una diferencia de 50 años en el tiempo.
Harry falleció en 1985 de un ataque al corazón, y desde 1989 se celebra la Copa Hopman en su honor.