La tenista española Marina Bassols cayó ante la estadounidense Sachia Vickery por 2-6, 7-6(1), 6-0 tras 1h59m de juego en la primera ronda de la clasificación de Roland Garros. La No. 169 del mundo se enfrentará con Alexandra Cadantu o Dayana Yamstreska en la segunda rueda.
Marina Bassols está teniendo un interesante 2023, superando varias clasificaciones de torneos WTA, pero aún si poder dar el gran salto. Disputar la fase previa de Roland Garros es para cualquier tenista lo ideal, ya que te da una importante cantidad de dinero y visibilidad. A sus 23 años se ilusiona con meterse en el main draw. En su debut chocaba con Sachia Vickery, quien fuera Top 80 en 2018, pero que está algo lejos de aquella versión. Con mejores resultados a nivel ITF, la estadounidense busca readaptarse al circuito.
Bassols se lo lleva en sets corridos
Marina Bassols y Sachia Vickery se enfrentaban en la primera ronda de la clasificación de Roland Garros.
Tempranamente en el encuentro, la española mostró una mejor adaptación a las condiciones de la cancha, jugando un partido mucho más físico y siendo agresiva con su devolución. Después de un aluvión que la colocó 4-0 sin problemas, la estadounidense mostró algo de sí para acortar distancias recuperando un break. Sin embargo, Bassols estaba sólida con su derecha y firme distribuyendo con su revés para ponerse 6-2 en 34 minutos.
La segunda manga fue una verdadera batalla. En un arranque totalmente frenético, Sachia rompió de entrada, pero la español recuperó e igualó en dos games por lado. Sin frenar su ritmo, Marina siguió dañando con sus golpes, jugando con actitud y mucha garra para sacar la ventaja y encaminarse. No obstante, la estadounidense volvió a reaccionar, no tiró la toalla y puso pardas al llegar al octavo game. Después de que ambas sostengan sin problemas, Bassols atacó la devolución, tuvo tres match points, pero la tensión no le permitió cerrar el partido. Finalmente, definieron en el tie break. Allí, Vickery mostró un enorme poderío, ganó la lucha mental e igualó por 7-6(1) en 54 minutos.
Adentrados en el set decisivo, Marina sintió considerablemente el golpe anímico, no pudo cerrar el partido y eso le jugó demasiado mentalmente. En la otra cara de la moneda, la estadounidense confirmaba su momento, aprovechaba la situación y en un pasaje fantástico se colocó 4-0. Tras ello, Bassols soltó lo último que tenía, pero su chance de break no la aprovechó. Sin desesperarse, Vickery aguardó su momento y sentenció el triunfo por 2-6, 7-6(1), 6-0 tras 1h59m.