El US Open está siendo la sensación dentro de los grandes torneos del tenis profesional al convertirse en el cambio de la era moderna. La ATP y la organización acordaron el permitir la utilización del ‘coaching’ dentro del transcurso del torneo norteamericano, pero con una serie de restricciones.
Nueva York no sólo es testigo de una nueva edición del US Open en este presente 2022. El torneo estadounidense es el primero de los Grand Slam que permite la utilización del coaching, algo que antes era motivo de sanción, entre los entrenadores y sus pupilos. Aunque las primeras pruebas piloto se realizaron durante los dos Masters 1000 conformados dentro de la gira norteamericana, siendo estos los torneos de Montreal y Cincinnati. En estos dos eventos se pudieron escuchar las conversaciones que iban surgiendo entre la zona de los entrenadores y los jugadores dentro de la pista.
Una prueba para el cambio
Pero no todo son luces y colores. El US Open impuso una serie de normas, en acuerdo con la ATP, para que esto tenga un orden y una cordura. Los momentos en los que se produzca el coaching debe de ser desde los laterales de la grada, nunca desde los fondos, así como tampoco aprovechando los momentos en el que los jugadores ocupan sus asientos junto al juez de silla. Tampoco los preparadores físicos pueden ubicarse en otra ubicación del complejo deportivo, teniendo la obligación de permanecer en el sitio asignado al principio del partido.
Cuando se decida hablar con los jugadores las conversaciones deben de ser lo más escuetas posibles, sin muchos rodeos. Los diálogos amplios no están permitidos y todo ello se podrá ejecutar siempre que el tenista esté en la misma zona de la pista que su equipo, nunca podrá producirse estando en otro lado del mismo. Por supuesto no se permite, en ningún caso, que el jugador busque de manera reiterada a su equipo, debido a que todo lo anterior se hace para evitar las distracciones del contrincante y permita una mayor fluidez del encuentro.