Novak Djokovic sigue en sexta marcha después de ganar a Diego Schwartzman (6-3, 6-4, 6-4). El serbio sigue a un gran nivel sabiendo subir su nivel en los momentos decisivos del set. Milos Raonic será su rival en los cuartos de final, en una dura prueba para el de Belgrado.
Diego Schwartzman tenía que enfrentarse al máximo candidato al trofeo, Novak Djokovic. El serbio llegaba con las mejores sensaciones posibles según pasaban los días, pero el argentino había asegurado en la rueda de prensa que estaba capacitado para dar guerra al actual número dos del ranking ATP.
La primera manga estuvo interesante con peloteos intensos desde el fondo de la pista. Los servicios se estaban manteniendo por ambos lado y el parcial llegaba a los juegos decisivos. Era el momento de Nole para meter una marcha más y buscar la rotura con la que cerrar el set. Djokovic en estos momentos tiene mucho experiencia y sabe en qué momento hay que romper al rival. Justo en el octavo juego llegó la única bola de break en todo el set, además a su favor y no falló poniendo el 5-3. Luego con su servicio confirmó la rotura y se sentaba en el banco con el primer set.
Djokovic empezó a carburar
Peor se pusieron las cosas para el argentino cuando de repente concedió dos roturas consecutivas que ponían el 3-0 a favor del serbio y hacían presagiar un rápido final de la segunda manga. Como es habitual `El Peque´ no se iba a rendir y luchó. Djokovic se relajó más de lo habitual en el siguiente juego y concedió el primer break a favor de su rival que le hacía todavía tener que seguir luchando en el set. Diego cumplió con los deberes que tenía que hacer, ganando sus demás turnos de juego, pero Djokovic ya volvió a subir el nivel y así ganar otro set.
Después de 1 hora y 20 minutos de partido Djokovic estaba a un set de clasificar a los cuartos de final. Novak estaba con ganas y quería pasar de ronda cuanto antes ahorrando así esfuerzo físico para la siguiente ronda en un duelo en el que ya sabía que estaba esperando Milos Raonic. Un nuevo break le ponían con ventaja en el marcador para estar todavía más cerca del triunfo.
La solidez de su juego y los pocos errores hacían ver que el partido estaba acabado. Diego siguió peleando pero su tenis no fue capaz de poner en apuros al serbio en los momentos clave de cada set. Así el argentino puso punto y final a un notable torneo en el que llegó sin perder ni un set ante Djokovic, pero el vigente campeón le apartó del sueño.
