La vigente campeona Iga Swiatek superó en sets corridos a la ucraniana Marta Kostyuk (6-3, 6-4) en su partido de octavos de final de Roland Garros. La polaca enfrentará ahora a María Sakkari, buscando estar en semifinales.
Iga Swiatek llegaba con paso arrollador a esta cuarta ronda, ganando sus tres partidos, no sólo sin ceder sets sino también con una gran holgura en general. La polaca sí tenía algo de presión, primero por haber ganado el título en 2020, y sobre todo, ante las eliminaciones de Barty, Muguruza y Kenin, las otras candidatas de la parte superior del cuadro. Pero a pesar de las expectativas altas, la tenista de 20 años venía jugando sin dejar dudas con su nivel.
Por su parte, Marta Kostyuk aparecía en esta instancia como una de las revelaciones del torneo, más allá de las condiciones que siempre prometió tener. La ucraniana dio el golpe en primera ronda al dejar en el camino a una diezmada Garbiñe Muguruza, aunque jugando de manera muy sólida. Luego, la jugadora categoría 2002, venció también en sets corridos a Shuai Zheng y Gracheva, para superar su mejor resultado en un Grand Slam hasta el momento.
Swiatek supera una dura piedra en su camino
El partido prometía y mucho en la previa, por el nivel que venían mostrando ambas y las características de sus juegos. Esas previsiones no tardarían en cumplirse, con unos primeros juegos muy luchados, que dejaron rápidamente un quiebre por lado para comenzar. La paridad era la que primaba, hasta que en otros juego con algunos errores seguidos de Kostyuk, llegó un nuevo break en favor de Swiatek. La campeona del 2020 no titubeó al servicio, y se llevó la primera manga por 6-3.
Una tendencia similar la del segundo acto. Swiatek no tenía una superioridad marcada, pero sí se la veía más relajada que a la ucraniana, quien ya empezaba a impacientarse poco a poco. La polaca concretó un quiebre temprano nuevamente, para tomar una ventaja considerable en el score. Yendo a presionar con la devolución, y ante los nervios de Kostyuk, Iga fue acercándose a la victoria. Finalmente, Swiatek cerró el partido por la vía rápida, algo más sencillo de lo esperado.