La jugadora holandesa, Arantxa Rus, venció en dos sets a la rusa Anastasia Pavlyuchenkova (6-3, 6-3) para salir de la arcilla gala como la campeona del torneo de categoría 125K y recuperar viejas sensaciones pasadas.
La ciudad francesa de Contrexeville acogía una final de renombre con dos tenistas de alto nivel. Ambas sabían lo que era disputar partidos de alto voltaje en el pasado. Pavlyuchenkova y Rus llegaban a una final que servía para dilucidar a la campeona en la arcilla francesa. Era el cuarto enfrentamiento entre las dos tenistas con un H2H favorable a la holandesa por 2-1 y con las dos jugadoras buscando reencontrarse con su mejor versión tras unos años complicados que las han hecho bajar muchos puestos en el ranking mundial.
Arantxa Rus impone su ley
El duelo comenzó con sobresaltos. Pavlyuchenkova dispuso de varias oportunidades de quiebre en el primer juego del encuentro pero fue incapaz de aprovechar ninguna de sus ventajas. La tenista holandesa esperó su momento. A mediados del primer parcial logró romperle el servicio a su rival para ponerse con ventaja en el marcador. De esta forma se llevaba el primer set por 6-3 gracias a ese solitario break logrado en el séptimo juego de la primera manga.
El segundo acto dio inicio con las dos tenistas rompiendo el saque de su rival a las primeras de cambio. Luego era Rus la que se mostraba las acertada y sólida en la pista frente a una Pavlyuchenkova que buscaba más los puntos cortos y rápidos con su revés. La condición de zurda de Rus fue algo que dificultó mucho el juego de la rusa a lo largo del partido, ya que la holandesa es de esas tenistas curtida en mil batallas y que en tierra batida siempre es un seguro de vida. Tras unos juegos con alternancias por parte de ambas, finalmente fue la holandesa la que logró hacerse con las riendas del set y de esta forma terminó cerrando un partido que le sirve para sumar su primer título de categoría WTA en este año 2023.