Jelena Ostapenko cumplió a la perfección su tarea de máxima preclasificada en el WTA Linz, donde se quedó con la corona tras un nuevo triunfo en sets corridos ante Ekaterina Alexandrova.
Ostapenko cumple su misión en Linz
Jelena Ostapenko hizo valer su mote de máxima candidata al título en el WTA Linz y no solo se quedó con el título, si no que mostró un nivel de tenis de altísimo vuelo. Pese a un debut complicado, en el que levantó match points ante Clara Tauson, luego no tuvo rivales en todo el torneo. En la final demostró que está en un momento espectacular y que quiere ser protagonista de los grandes torneos del circuito femenino. El domingo no tuvo piedad con Alexandrova, a quien venció por 6-2 y 6-3 y alcanzó su octava corona profesional.
Ostapenko comienza con confianza
Jelena Ostapenko venía mostrando un gran tenis en las últimas semanas, siendo campeona en Adelaida, finalista en el dobles del Open de Australia y ahora sumando una nueva final en Linz. Sin embargo llegar a una final significa tener un rival de peso, y del otro lado de la red estaba Ekaterina Alexandrova, segunda sembrada del cuadro principal.
En el inicio del partido Ostapenko quería hacer valer su ranking y su gran momento, por lo que rápidamente encontró diferencias en el marcador. En el cuarto juego sacó un quiebre de ventaja, confirmando su confianza al servicio. La tenista letona no tuvo fisuras, por lo que se quedó con el primer parcial gracias a un nuevo break point y cerró la manga por 6-2.
La letona se lleva la gloria en Linz
Ya en el segundo set Ostapenko iba a mantener esa confianza, consiguiendo un nuevo quiebre en el cuarto juego. Parecía que al historia iba a ser bastante similar al primer set, con Ostapenko mucho más firme en los momentos claves, salvando varios un solo punto de quiebre en todo el encuentro. Al momento de cerrar el partido la letona tuvo que sufrir, ya que no pudo aprovechar sus dos primeros puntos para la victoria, pero finalmente la tercera fue la vencida y se quedó con su octavo título profesional y el primero en Linz, donde ya había perdido una final en 2019.