El tenista argentino Genaro Olivieri derrotó a su compatriota Franco Egea por 3-6, 6-4, 6-4 tras 2h15m de juego en la final del ITF M15 de Tucumán. El No. 249 del mundo se quedó con el tercer título de esta categoría en su carrera.
Genaro Olivieri ha sufrido algunos altibajos en su carrera que no le permitieron terminar de instalarse, pese a sus condiciones. En la temporada pasada le costó generar buenas semanas, pero la concluyó de gran manera al conseguir el título del Challenger de Montevideo. Además, hizo semifinales en Blumenau, Tigre 2 y Poznan. También, llegó a los cuartos de final en Santa Cruz 2, Blois y Winnipeg. Su 2023 comenzó de muy mala manera, ya que acumuló tres derrotas seguidas en Noumea, qualy Australian Open, Piracicaba y Concepción. En Tucumán eliminó a Lautaro Falabella, Fermín Tenti, Gabriel Hidalgo y Martín Cuevas.
Franco Egea es un tenista de 27 años que ha luchado mucho en las últimas temporadas para poder competir sin lesiones y con regularidad. Su mejor ranking fue en 2018, cuando llegó a estar en el Top 400. En el circuito ITF no ha logrado títulos, tan solo una final en el M25 de Rosario en la temporada pasada. También, a lo largo de su carrera, ha disputado varias semifinales. Además, en el 2022 alcanzó los cuartos de final en los M15 Torello, Frascatti y Asprilia, y M25 de Río Cuarto. En Tucumán superó a Tristan Boyer, Juan Ignacio Galarza, Valerio Aboian y Pedro Boscardin.
Olivieri se lleva la lucha argenta
Genaro Olivieri y Franco Egea se enfrentaban en la final del ITF M15 de Tucumán.
En el arranque del partido ambos cometieron errores que le dieron un break a cada uno para llegar al cuarto game. Luego de que sostengan sin problemas, el cordobés se mostró agresivo y muy preciso desde la devolución para conseguir el quiebre. Tras escapar de un break point, Egea volvió a lastimar con sus golpes y se adelantó por 6-3 en 41 minutos.
En la segunda manga, el bragadense salió con otra actitud, mucho más dominante y punzante con sus tiros para desequilibrar a su rival. Si bien rompió el saque y luego lo cedió, notoriamente había cambiado el partido. Desde el quinto game, Genaro lastimó con su derecha, pero no podía sacar la ventaja. No obstante, Olivieri rompió el saque en el noveno juego para luego estampar el 6-4 en 47 minutos.
La reñida final se definió en el set decisivo. Allí ambos salieron a jugar con sus armas, sin salirse del libreto y buscando el error del otro. Los servicios tomaron protagonismo y así fue como no generaron puntos de ruptura. Sin embargo, nuevamente en el noveno game, el cordobés cometió errores, el bragadense los aprovechó y rompió el saque. Tras el descanso, sirvió de gran manera para campeonar por 3-6, 6-4, 6-4 tras 2h15m.