El español ha vuelto a sumar otro trofeo para su vitrina tras vencer en la final al australiano Kyrgios (6-2, 6-1). Nadal superó las adversidades tras salvar en su debut dos bolas de partido ante Pouille. El mallorquín pasó por encima de su rival demostrando que está preparado para seguir con la racha en Shangai.
¿Quién diría que Rafa Nadal acabaría ganando el Abierto de China? El martes en su debut muchos le daban por eliminado en el primer torneo de la gira asiática cuando estaba set abajo y con dos bolas de partido en contra, frente a Pouille. Para no variar el balear se agarró a la pista y consiguió salvar los dos puntos que amenazaban con dejarle fuera del torneo, para acabar remontando accediendo a segunda ronda. Cuando Nadal empieza a ganar partidoS se va volviendo menos vulnerable hasta convertirse en casi invencible. Volvió a ocurrir lo mismo y según pasaban los días el pupilo de Moyá estaba jugando su mejor tenis, para acabar corroborándolo el domingo en la final pasando por encima de su contrincante, Nick Kyrgios.
El australiano demostró su peor cara, poco acertado en sus tiros potentes que normalmente acaban por terminar con sus rivales. El manacorense sabía que debía jugar agresivo para sumar su segundo título en la capital china. Así fue, la bola planeaba sobre la pista, pero la mayoría de los puntos caían para el español. Nadal estaba dando de su propia medicina al aussi, jugando agresivo, con tiros potentes, planos y acertados que sacaban de quicio al rival. Kyrgios está acostumbrado a dominar el peloteo, pero esta vez tuvo que correr demasiado por la línea de fondo para sumar los pocos puntos que sumó en el primer parcial.
El partido empezó mal para Rafa que tuvo que levantar una bola de rotura en el primer servicio. El balear consiguió dar la vuelta a la situación para comenzar mandando desde el principio. El número uno, no salió acertado en las bolas de break, fallando las seis primeras opciones que tuvo de romper el servicio de su rival. Al final pudo sumar dos breaks consecutivos que le adjudicaron la primera manga, dejando buenas sensaciones. El australiano como de costumbre cuando no salen las cosas decidió marcharse del partido poco a poco acelerando la victoria del rival.
Cinco juegos de forma consecutiva para el líder de la clasificación pusieron un 5-0 en el marcador que dejaban a Nadal a sólo un juego de volver a levantar su segundo trofeo en Pekín después de 12 años. Su rival, únicamente pudo sumar el juego de la honra para evitar el rosco en el segundo set, aunque Rafa no concedió ni un ápice de esperanza a Kyrgios, cerrando el partido con su servicio. Con este título, Nadal ya suma seis títulos esta campaña, además de llevar 12 partidos ganando de forma consecutiva, desde su andadura en el US Open. El número ha dejado claro que llega de la mejor manera al Masters de Shangai que se disputará a partir del lunes y en el que compartirá cuadro con su perseguidor Roger Federer.