El balear ha vuelto en el singles con buen triunfo (6-2, 7-5). No ha sido un partido brillante para Nadal, pero le ha sido más que suficiente para ganar su primer primer test de la temporada en individuales. En cuartos de final se medirá a Popyrin o Griekspoor.
Rafael Nadal volvía a competir en la modalidad de singles cinco meses después. El español ya había jugado oficialmente en Melbourne en el dobles junto a Munar y ambos consiguieron una victoria. No iba a tener un jueves sencillo y es que le tocaba doblar en Melbourne Park. Primero iba a disputar el duelo de individuales ante Berankis y unas horas más tarde lo tendría que hacer en dobles. Su rival, el lituano venía de pasar la fase previa y de ganar en primera ronda a un contrincante complicado como es Giron.
Nadal se lleva la victoria
Berankis es un jugador que pega duro y profundo a pesar de su altura (1,75 cm). A priori un buen rival para que Rafa vaya cogiendo ritmo. Rafa comenzó llevando la iniciativa en el marcador gracias a su servicio. Berankis aguantó el primer turno de servicio, pero ya en el segundo dejaba dos opciones de break a Nadal. El pupilo de Moyá no fallaba y con su saque abría rápidamente hueco en el marcador para poner el 4-1. Otra vez se vieron un par de juego en el que los servicios se imponían sin problemas y Rafa parecía estar muy cómodo sobre la pista. El dominio del balear era absoluto ante un rival que intentaba ajustar mucho en los tiros ganadores y lo acababa pagando con algunos errores no forzados. Finalmente gracias a otra break el ex No.1 firmaba el primer parcial por 6-2.
Nadal salía con la misma actitud a la segunda manga, la de querer sentenciar el partido por la vía rápida. Ganó su primer juego y seguidamente quebraba para encarrilar el partido. Berankis no se rindió y siguió tirando profundo. Todavía Rafa no está al cien por cien y esto se reflejó en la pista. Algunos errores del balear sumados a algunos aciertos del lituano hacían que Ricardas rompiera a Nadal para recortar distancias.
El lituano ponía el 2-2 y creía en sus opciones. Nadal se encargó otra vez de meter una marcha más y tras tres buenos juegos se marchaba hasta el 5-2 y solo un juego le separaba del triunfo. Berankis ganaba su servicio y era Nadal el que debía cerrar con su saque. Llegaron los problemas y Ricardas quebraba para poner el 5-4. Un juego largo y peleado que acabó cayendo para el lituano para poner el 5-5. Rafa ponía el 6-5 y a pesar de no estar cómodo estaba cerca de finiquitar el duelo. Con el 0-40 llegaban tres bolas de partido y a la primera con un ganador de derecha celebra la victoria.