Tras su gran victoria ante Alexander Zverev en la segunda ronda del Masters 1000 de Cincinnati, el escocés compareció en rueda de prensa para mostrar sus sensaciones y dejar clara una cosa: que mientras siga creyendo en sí mismo como hasta ahora, seguirá siendo capaz de sumar triunfos como este.
Cuartos de final de Roland Garros 2017 frente al japonés Kei Nishikori. Hasta esa fecha había que remontarse para encontrar la última victoria de Andy Murray ante un miembro del top10. Ya en ese mismo torneo, el escocés comenzaría su calvario de lesiones en la cadera, un camino tortuoso que, sin embargo, no le ha hecho perder la fe de volver a recuperar parte del nivel que otrora le permitió ser el mejor jugador del mundo.
Un nivel que volvió a mostrar en el día de ayer ante el alemán Alexander Zverev, actual número siete del mundo, y al que logró doblegar en la segunda ronda del Masters 1000 de Cincinnati por 6-3 3-6 y 7-5 tras dos horas y media de juego. En la rueda de prensa posterior a su triunfo, Murray declaró sentirse satisfecho por haber remontado en ese último set (Zverev sacó con 5-4 para ganar) y que, tras muchos años de travesía por el desierto a causa de las lesiones, su irreductible creencia en sí mismo es lo que le permite seguir intentándolo y disfrutar de victorias como la de ayer.
Diferencias entre entrenar y competir
“Si algunos de vosotros me hubierais visto entrenar durante estas semanas, probablemente no hubierais creído que podría competir de esta manera. Estaba siendo apaleado por todos, ni siquiera era capaz de ganar un set. Pero al final, lo que importa de verdad no son los entrenamientos, sino lo que eres capaz de mostrar en la pista”.
Fuerte convencimiento de volver a ganar partidos así
“A veces tengo la sensación de que si me miráis cómo me comporto en la pista, podríais pensar que siempre estoy malhumorado o negativo y que eso me puede afectar. Puede que exteriormente, sí que sea algo negativo cuando estoy en la pista, pero en mi interior sigo conservando una fuerte creencia en todo lo que hago, lo que me permite volver a ser capaz de ganar partidos como éste”.
“Aunque a veces no lo parezca, siempre creo en mí mismo, incluso cuando desde fuera pueda parecer que estoy negativo y quejándome todo el rato”.
Condiciones muy duras durante el partido
“Creo que me moví bien al final del partido. Hubo algunos altibajos, ambos tuvimos períodos durante el partido en el que perdimos la intensidad y la energía. También hizo mucho calor y la humedad era muy alta. Creo que si en vez de a tres sets, hubiera sido a cinco mangas, habría sido mucho más duro aguantar”.
Volver a acostumbrarse a la exigencia de partidos al más alto nivel
“Obviamente, ha sido una gran victoria. Si hubiera perdido después de haber ido arriba 4-1 en el tercer set, me habría decepcionado mucho. Lo cierto es que del 4-1 al 4-5 he cometido bastantes errores y me he parado físicamente. También ha habido algo de nervios y de fatiga. Es normal cuando llevas tanto tiempo sin jugar y más cuando se trata de un partido ante un jugador top”.
“Hubiera sido una derrota muy difícil de aceptar, así que estoy satisfecho de haber pasado de ronda ante uno de los mejores jugadores del mundo y tras tanto tiempo sin poder competir”.
Ahora, el siguiente rival del escocés será un viejo conocido: el canadiense Milos Raonic, ex número tres del mundo pero ahora en el puesto 30 del ranking ATP. Él y Murray se han medido hasta en doce ocasiones hasta la fecha, incluida la final de Wimbledon 2016, con un balance de nueve triunfos para el escocés y otros tres para el canadiense. Su último encuentro data de las semifinales de las Nitto ATP Finals de Londres 2016 con victoria para Murray por 5-7 7-6 y 7-6.