Daniil Medvedev y Jo-Wilfried Tsonga han sido los protagonistas de la semana. Ambos han triunfado en los ATP San Petesburgo y Metz ante su público. Dos jugadores que se desenvuelven a las mil maravillas sobre las canchas indoor y que han sumado un nuevo trofeo para sus vitrinas.
ATP San Petesburgo
Medvedev – Coric (6-3, 6-1)
El ruso Daniil Medvedev ya no ofrece esa imagen débil a causa de la presión que solía llegar en los torneos locales. Llegaba a la final sin ceder una sola manga. Coric era el encargado de examinar el último partido. Desde el quinto juego se mostró una diferencia abismal entre ambos jugadores. Medvedev ganaba sus juegos sin ningún tipo de problemas y en cambio Coric a duras penas podía ganar con tranquilidad. Con menos de un 60% en puntos ganados al primer servicio, Daniil demostraba una de sus mejores cualidades el resto.
Así en 41 minutos la balanza comenzaba a descantarse para el jugador local. El público estaba fascinado con este nuevo jugador que sin duda es el hombre a batir, porque lleva un último trimestre de sobresaliente. Las cosas mejoraban en el inicio de la segunda manga. De repente en pocos minutos el marcador tenía un 5-0 para el actual número 4º del ranking mundial. El balcánico pudo hacer el juego de la honra para evitar el rosco.
Nuevo título para Medvedev que con 23 años y con un gran margen de mejora no para de fascinar al mundo. Esta vez en su país, ante su público ha demostrado que ya ha llegado para quedarse. Es la primera vez que triunfa en su casa pero seguro que no será la última. Su palmarés sigue creciendo y eso que aún le quedan numerosos torneos en pista indoor, su mejor superficie y en la que seguro dará que hablar en las próximas semanas.
ATP Metz
Tsonga – Bedene (6-7 (4), 7-6 (4), 6-3)
Jo-Wilfried Tsonga sigue haciendo historia para el tenis francés. Sigue recortando distancias sobre Yannick Noah siendo el segundo jugador francés con más trofeos desde la Era Abierta. Nuevamente en casa tal y como hizo en Montpellier hace algunos meses ha sido capaz de levantar el segundo título del 2019. Esta vez no ha tenido un cuadro nada fácil y en más de una ocasión ha tenido que tirar de garra para conseguir los triunfos.
En la final llegaba un Bedene que le puso las cosas complicadas desde el inicio. La solidez del esloveno no le permitían a Tsonga poder ganar los puntos como a él le gustan, por la vía rápida. Así se llegó al tie break de la primera manga en la que los pequeños detalles decantaron la balanza para Aljaz. El público no se rindió y animó con más ímpetu a su jugador.
Tsonga se mantenía en el partido con vida. El segundo parcial también llegó a la muerte súbita, aunque esta vez era Tsonga en que cerraba el puño y gritaba tras llevar el partido al set decisivo. Quizás la experiencia y la confianza después de ganar el segundo set fueron la clave a la hora de elegir al ganador. Tsonga en volandas animado por su público puso una marcha más para salir en la foto como campeón en Metz. De esta manera ya son cuatro títulos los que ha levantado en esta ciudad que tan buenas sensaciones le transmiten al jugador de Le Mans.