El tenis hace años atrás no contaba con jugadores profesionales. Todos eran amateurs con ingresos mínimos pero que atraían una gran atención. ¿Cómo fue el paso del amateurismo al profesionalismo?
¿Cómo fueron los primeros años del tenis?
La Era Open fue una gran batalla dentro del mundo del tenis. Durante años generó gran polémica, esos años de transición entre el amateurismo y el profesionalismo fueron difíciles para este deporte. Los defensores del formato anterior argumentaban que tanto los jugadores de Grand Slam como de la Copa Davis no debían pensar en dinero si no en el prestigio de esos torneos, los títulos. En el casi de la Davis el orgullo recaía en el prestigio de poder defender a tu país tal y como se hacía en otros deportes.
El problema es que los jugadores empezaron a observar que terceros se enriquecían a costa de ellos, como los organizadores, los entrenadores, árbitros, prensa, etc. En este contexto surgió una frase histórica de Rod Laver que llegó a decir que incluso los vendedores de perritos calientes ganaban más que ellos.
Muchos cambios
Las grandes empresas vieron una ocasión de lujo para poder contactar con los tenistas con grandes propuestas. La WCT (World Championship Tennis) liderada por Jack Kramer habló con los jugadores, ofreciéndoles grandes cantidades si se unían a ellos, abandonando el circuito amateur para jugar exhibiciones en lugares tan espectaculares como el Madison Square Garden.
Para lo mayoría de los jugadores fue una dura decisión ya que también querían seguir jugando los Grand Slam con el objetivo de seguir mejorando. Muchos jugadores que se pasar al profesionalismo escucharon críticas por su egoísmo, aunque al final los aficionados entendieron la situación ya que también tenían que mirar por su propio futuro.
La clave de la Era Open
El destino quiso que Wimbledon fuera el gran cambió de la Era Open. La anterior mencionado WCT organizó un torneo de sus profesionales en la Pista Central de Wimbledon en 1967. Las entradas se agotaron a las pocas horas demostrando que el público tenía ganas de ver a los mejores jugadores en los grandes escenarios, es decir, en los Grand Slam. Kramer había dado con la tecla y ya solo era cuestión de continuar en esta dinámica para acabar con la transición del amateurismo al profesionalismo.
Justo un año después la federación Internacional de tenis anunció el veto a los profesionales de los grandes torneos. El primer campeonato abierto fue el de Bournemouth. Allí un jugador amateur, Mark Cox venció a Pancho González (0-6, 6-2, 4-6, 6-3, 6-3). Al poco tiempo se disputó el primer Grand Slam de la Era Open, Roland Garros, con victoria del profesional Ken Rosewall que conseguía ganar de esta manera su primer grande en más de 15 años en los que estuvo vetado en los grandes torneos.