Opinión

La gran explosión de Grigor Dimitrov

Dimitrov Cincinatti
Dimitrov celebra su pase a la final en Cincinatti | Foto: www.atpworldtour.com

El búlgaro ha acabado la temporada 2017 por todo lo alto, tras conseguir el título en Londres. Dimitrov jugó un tenis sobresaliente y sumó su trofeo más importante de su carrera profesional con un pleno de victorias. El de Haskovo finaliza el año en tercer lugar del ranking, su mejor clasificación y con cuatro títulos.

Grigor Dimitrov es uno de esos jugadores con un talento innato para un deporte que salen cada pocos años. `Baby Federer´ como es apodado por gran parte del circuito, debido a las similitudes en muchos de sus golpes con el mago suizo ha llegado a la cima en 2017. Todos los años su nombre aparecía en las quinielas como uno de los jugadores que podía dar la sorpresa y acabar entre los mejores. Esta presión añadida de alzarle como favorito, siempre perjudicó a su juego.

Los años pasaban y Dimitrov seguía en el top-50 pero le faltaba dar ese salto de calidad que define a un jugador top. En 2014 parecía que poco a poco su nivel le iba acercando al top-10, aunque finalizó la temporada en el puesto número 11 de la clasificación. En 2015 y 2016, pasó un bache en su tenis, con un juego irregular y unas lagunas que le hacían irse de los partidos, perdiendo contra rivales a priori sencillos. No fueron años fáciles para el de Europa del Este, aunque a base de trabajo y esfuerzo pudo madurar mentalmente.

Un 2017 de ensueño

Dimitrov ha acabado el año con un balance de 48 victorias y 19 derrotas, lo que argumenta su gran año. Además ha sumado cuatro títulos, todos ellos en pista dura, su cancha favorita. Dimitrov fue una de las sensaciones de la primera parte de la temporada. En su primer torneo en Brisbane se proclamó campeón al vencer en la final al japonés Nishikori. Realizó un gran papel en el Open de Australia, estando a punto de llegar a la final tras un partido agónico frente a Nadal, en el que acabó cayendo para el español después de cinco mangas.

En el primer Grand Slam de la temporada Dimitrov dejó clara sus intenciones de que el 2017 iba a ser su año. De nuevo otra final y otro título en su país, en Sofía. Desde entonces el de Haskovo se diluyó y estuvo una serie de torneos atascado, que coincidió con la gira de tierra batida.

Esta vez en el Masters 1000 de Cincinatti tuvo un sorteo favorable sin encontrarse con ningún top-10 en todo el cuadro. Dimitrov lo aprovechó a la perfección y sumó su primer título de esta categoría, algo que le hacía subir puesto en el escalafón. Un buen tramo final de la temporada le permitió llegar en buenas condiciones a la capital británica para debutar en el Torneo de Maestros.

El talento de Dimitrov vio la luz

Tras muchos años de duro trabajo, el talento del búlgaro pudo verse recompensado alzando su mayor trofeo en toda su carrera profesional. La calidad que atesora Dimitrov está a la altura de pocos jugadores, Su técnica y plasticidad en cada golpeo demuestran lo fácil que puede llegar a ser el tenis. `Baby Federer´ tenía todo para triunfar en este deporte, pero los grandes títulos se le estaban resistiendo.

Al final, a sus 26 años y con un grado de veteranía ha cumplido su mejor temporada. Quizás este golpe anímico puede hacer que el búlgaro se convierte en un rival a batir en 2018. De momento en las Nitto ATP Finals, rompió con la historia y se convirtió en el sexto jugador debutante en ganar el torneo, desde Alex Corretja en 1998.

Empezó la temporada de manera fantástica, pero la ha acabado aún mejor, siendo la gran sensación en el último campeonato en el que venció con pleno de victorias. 2017 ha elevado a Dimitrov a la altura de los mejores jugadores, exactamente al tercer puesto del ranking. ¿Continuará en 2018 con este ritmo?